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Como
una muñeca rusa, el presente es un artículo (periodístico) sobre
los artículos (gramaticales). Muchas mañanas, al escuchar los
informativos radiofónicos locales, creo estar en Granada. Hablan
de algo que no existe en Sevilla, sino en Granada. Dicen:
-Hoy se reunirán en Plaza Nueva...
Miren ustedes: en Plaza Nueva se reúne la gente en Granada. En
Sevilla donde se reúne la gente es en «la» Plaza Nueva, con el
artículo determinado femenino singular por delante. Y en el
mismo informativo hablan del río de Sevilla, qué bien pareces. Y
nos parece fatal, porque dicen:
-En cuanto al proyecto de Punta del Verde...
Esta Punta del Verde de la que hablan, para que lo entiendan, es
La Puntalverde, como Plaza Nueva es «la» Plaza Nueva. Estoy por
comprarme una de estas radios digitales nuevas que dicen que son
la pera, a ver si traen traducción simultánea, y todos estos
topónimos sevillanos me los hace sonar como siempre, y no como
han roto en llamarlos. Ojalá la radio digital me los traduzca
con su artículo por delante.
Hay una moda española que consiste en suprimir artículos. Parece
que se es más internacional si se dice Naciones Unidas en vez de
«las» Naciones Unidas, Otan y no «la» Otan. Y, por descontado,
ETA y no «la» ETA, que es como hay que llamarla, con el artículo
por delante en cuanto banda de delincuentes que es, como decimos
la Mafia o la Camorra, y no Mafia o Camorra. Esa moda de
desarticular topónimos hace estragos en Sevilla. Empieza por la
Catedral, que si no la llaman Catedral sin artículo es para no
confundirla con una discoteca, pero que a la Puerta de los Palos
la ha dejado en Puerta de Palos. Un amigo sevillano clásico,
cuando oye eso de Puerta de Palos se subleva y dice:
-¿De qué Palos es esa puerta? ¿De Palos de la Frontera o del
Cabo de Palos? ¿Palos? Palos, los que yo les daba a los que
llaman Puerta de Palos a la Puerta de los Palos...
Dentro de nada, la puerta de La Campanilla será Puerta de
Campanilla. Leí en un título de periódico: «Maestranza colabora
con la Bienal de Arte». ¿Qué Maestranza era? La Maestranza Aérea
de Tablada, supongo. Pues no: era la Real Maestranza de
Caballería, que también había perdido el artículo. Dentro de
poco, el coso del Arenal será Plaza de Maestranza, no de la
Maestranza. Con lo cual habremos perdido la utilidad deíctica
que los artículos tienen según su género ante la voz Maestranza.
La Maestranza, en femenino, es el real cuerpo nobiliario o el
coso de su propiedad; y el Maestranza, en masculino, el teatro
de la ópera. La propia Campana, centro geográfico y kilómetro
cero de Sevilla, ha perdido el artículo hasta en su versión
cofradiera. La cruz de guía ya no está a tal hora en La Campana,
sino en Campana. En Campana suena como si la tal cruz se
encampanase como antes de que existiese carrera oficial, cuando
los nazarenos de dos cofradías se liaban a ciriazos por la
prelación en la estación de penitencia a la Catedral. Perdón, a
Catedral.
Váyaseles, pues, haciendo el oído y el cuerpo, que Los
Bermejales será Bermejales; Las Letanías, Letanías; El Tardón,
sólo Tardón; Los Pajaritos, simplemente Pajaritos. El Porvenir
será Porvenir, y Las Golondrinas, Golondrinas a secas y
becquerianas junto a la Venta de los Gatos. Que será Venta de
Gatos, como los que están tras el cristal en las tiendas de
mascotas de Carrefour y Alcampo. Al paso que vamos, y como esto
parece que no tiene remedio, hablando de Remedios, así es como
llamarán pronto a ese barrio. En vez de Los Remedios, Remedios.
Como si fuera una solterona que vive en una de las casitas que
Gabriel Rojas construyó en Monte Carmelo.
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