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                realidad no solamente imita al arte, sino que lo supera. Y si 
                supera al arte, nada digo al artículo, artecillo menor 
                literario. Cuando le quitaron a San Fernando su fiesta del 30 de 
                mayo por el procedimiento del tirón, del tirón popular que tiene 
                la demagogia de un Martes de Resaca de la noche del pescao 
                frito, feriado Martes de Feria,
                dije que lo 
                terminarían desalojando del escudo de la ciudad donde hoy 
                por hoy ejerce su patronazgo. En el escudo de Sevilla aún está. 
                Pero del escudo de la Universidad Hispalense ya lo han quitado. 
                Agotadas todas las convocatorias, cateado por políticamente 
                incorrecto, a San Fernando lo han expulsado de la Universidad. 
 Mejor que yo pueda, lo describe perfectamente una carta de don 
                Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, profesor titular de 
                Lengua Española en la Facultad de Filología: «Leí tu artículo 
                sobre la decapitación de San Fernando (mi santo patrono 
                onomástico) por la desaparición de su fiesta. Para tu 
                conocimiento te informo de otra decapitación suya. Ha tenido 
                lugar en el escudo de nuestra Universidad, junto con los santos 
                varones acompañantes, San Isidoro y San Leandro. El santo trío y 
                Santa María con su Hijo han sido barridos de dicho escudo, que 
                era como ves en esta hoja y es actualmente el logotipo que ves 
                en la hoja adjunta».
 
 En el pliego de la carta del profesor Rodríguez-Izquierdo viene 
                el mismo escudo del título de muchos licenciados: «Sigillum 
                Universitatis Litterariae Hispalensis». E inscritos en la 
                circunferencia del lema latino, San Fernando con San Isidoro y 
                San Leandro, bajo el rompimiento de gloria de Santa María de 
                Jesús, la de la capillita de Maese Rodrigo, vulgo de la Puerta 
                Jerez. Escudo que pasó a la historia. En la otra hoja, el nuevo, 
                el actual: un logotipo. La U con un cañuto y el lema 
                «Universidad de Sevilla», muy a la americana, con la escultura 
                de la Fama trompetera que corona la portada de la antigua 
                Fábrica de Tabacos a modo de logotipo. Otro catedrático de 
                Humanidades, preclaro ingenio de la Hispalense, cuyo nombre he 
                de silenciar por lo mismo del escudo dicho en latín, por el 
                sigilo que ruega, me envía también recorte del antiguo sello y 
                del actual logotipo. Y con ellos, unos versos geniales que no me 
                resisto a transcribir. Piden goliardesca música hímnica de tuna 
                estos versos, como la otra cara del Gaudeamus Igitur, por 
                ejemplo el Xodeamus Igitur. Dicen así:
 
 «Profetiza en su 
                artículo afirmando/que, santo y vencedor de tanto 
                moro,/condenado a hacer mutis por el foro/del escudo saldrá el 
                Rey San Fernando./ Sepa que el vaticinio se ha cumplido:/ mire 
                la heráldica universitaria,/la casa cinco veces centenaria/ de 
                su sigilo al Rey ha suprimido./ La Madre de Jesús, Santa 
                María,/de Isidoro y Leandro acompañada,/por ángeles del cielo 
                coronada,/con el Rey ha "salío de estampía"./ Era mucha la corte 
                celestial,/el Niño con la Virgen, tanto santo,/que no podía 
                consentirse tanto/en casa laica y aconfesional./ Por logotipos 
                cambian los blasones,/la imagen con trompeta de la Fama/signo 
                del Alma Mater se encarama/y a hacer puñetas manda a los 
                santones./ Me refiero a académicas puñetas,/las que adornan las 
                mangas del Rector,/y a los cortes de ídem del Doctor,/tocado de 
                birrete y con muceta./ Niño y Madre con ángeles y santos,/ 
                Fernando con Leandro e Isidoro:/dejad paso al inmigrante moro/ y 
                entonad con la Fama los sus cantos./ Trompeta con efecto de 
                llamada,/no es que pase la Virgen cigarrera,/ni que suene el 
                clarín con voz torera;/ que así convoca a tan infiel 
                mesnada./Fuera ya el Santo Rey de los cuarteles,/ya que envaina 
                el alcalde la su espada,/ emprendan los canonges la escapada,/y 
                vuelva Almutamid, el simpapeles».
 
 Firmada mi peoná de hoy por dos profesores de la Hispalense, 
                sólo me queda advertir que la Fama del nuevo escudo 
                universitario no está tocando trompeta alguna. Está fumando. 
                Fumándose un porro talla XL. Un porro trompetero de yerba 
                marroquina. A la salud de San Fernando.
 
 Sobre este tema, 
                en El Recuadro, "Cortar la cabeza a San Fernando"
 
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