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Continuamos
para bingo con las presentes Fiestas de Invierno o Pascuas de
Navidad, que cada cual las llame según su conciencia y honor.
Don Isidoro Alvarez, el dueño del Cortinglés, tiene que inventar
dos fiestas nuevas en su calendario litúrgico-comercial. Como el
Día de la Madre, el Día del Padre o el Día de los Enamorados,
tiene que crear el Día del Descambio del Regalo. Que tendría dos
fechas, correspondientes una a la Navidad y otra a los Reyes
Magos. Ayer, día 26, fue el Primer Día del Descambio del Regalo.
El 7 de enero será el Segundo Día del Descambio del Regalo.
Ayer abrieron los cortes ingleses ¿para qué cree usted? ¿Para
hacer las compras de cositas buenas para la Nochevieja y para
completar los regalos de Reyes? Eso sólo en parte. Mayormente
abrieron para que todo aquel a quien regalaron en la Nochebuena
un chaleco que le estaba chico, unas zapatillas que les quedaban
grandes, un perfume que no le gustaba nada, una corbata
horrorosamente fea o un libro que tiene repe, pudiera
descambiarlo. La frase más repetida ayer no fue lo de Felices
Pascuas. Fue:
-No, señorita, tique de compra no tengo, porque es un regalo...
Mucho hablar de la Navidad Laica y de la vuelta al paganismo de
las fiestas del solsticio de invierno en la Roma clásica, que
cristianó la Iglesia, pero aquí más que al Niño Jesús a quien le
están haciendo bien la puñeta es a los Reyes Magos. Hemos dejado
de hacer los regalos exclusivamente el Día de Reyes para
anticipar la jugada a la Nochebuena. Cualquier casa sevillana en
cena de Nochebuena es ya como la mañana del 6 de enero, con los
juguetes de los niños por allí enmedio y las criaturas loquitas.
En el derbi entre Papá Noel y los Reyes Magos, el de colorado
con barbas está ganando por goleada. Papá Noel está de Champion,
como el Sevilla. Los Reyes Magos, en el mejor de los casos, de
Uefa como el Betis. Los niños salen ganando. Tienen ración doble
de juguetes, el 24 de diciembre y el 6 de enero: los que trae el
guiri y los que traen los Reyes por El Arenal.
Lo más sorprendente del triunfo sevillano de Papá Noel es que no
tiene cortejo, ni tambores, ni cornetas. Quiebra la ley de que
aquí en Sevilla tiene éxito seguro cuanto sea en la calle y
gratis; y si es con tambores y cornetas, ni te cuento. La
Cabalgata de Reyes responde a este esquema procesional. Las
carrozas son como pasos; los beduinos, nazarenos; los heraldos,
insignias. Cabalgata del Ateneo; tres pasos, dice Er Pograma.
Melchor, paso de misterio; Gaspar, paso como segundo de La Cena
o Las Siete Palabras; Baltasar, el palio, con la bulla delante y
el Carmen de Salteras detrás. La Cabalgata tiene su hermandad,
que es el Ateneo; su hermano mayor, Enrique Barrero; su prioste,
su mayordomo. Hasta su cartel y su pregón. Si no funden la cera,
poco les falta. Háganle la prueba del nueve de los caramelos.
Los beduinos dan caramelos porque son los nazarenos de la
Cabalgata: «Beduino, dame un caramelo...»
Pero los Reyes Magos no tienen capillitas. Monárquicos de la
ilusión que los defiendan de la competencia ilícita y desleal de
los regalos y juguetes de la Nochebuena. De ese Papá Noel que ha
conquistado Sevilla sin sacar a la calle ni una carroza ni un
tambor. Como el coronel (el del Rinconcillo, claro) Baltasar no
tiene quien le escriba artículos para defenderlo de Papá Noel.
¡Y eso que es negro, con lo que se lleva un negro! Aquí no hay
más monárquico de los Reyes que Enrique Barrero y así les va a
los pobres Magos, que han perdido el monopolio de los regalos y
de los juguetes. Como que ayer, Primer Día del Descambio del
Regalo, había más gente en el Cortinglés que habrá el 7 de
enero, Segundo Día del Descambio del Regalo. Reyes sin
monárquicos... ¿De qué me suena a mí eso?
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