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RESUMEN
de lo no publicado. Tras la denuncia de la Yamaá Islámica de
España y no de Merimèe, el juez Garzón ha decretado el ingreso
en prisión del cantante Javier Krahe y del cineasta Enrique
Seseña, autores del cortometraje «Cómo guisar un Mahoma para dos
personas», emitido por Canal Polanco el 15 de diciembre, en el
magazine de Ana García-Siñeriz y Manu Carreño. Garzón razona en
su auto que el documental es «una ofensa a los sentimientos de
las confesiones religiosas mahometanas». Añade: «Es una agresión
gratuita y desproporcionada contra Mahoma, la figura principal
de la religión islámica». Y concluye: «Atenta contra el artículo
525.1 del vigente Código Penal que tipifica como delito las
ofensas a los sentimientos de los miembros de una confesión
religiosa, realizadas públicamente, de palabra, por escrito o
mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas,
creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a
quienes los profesan o practican».
El documental, en efecto, es una patada en los co...ranes a los
islamitas. En plan cocinero churrichangurri que paga gustoso la
extorsión a la ETA y luego cobra la tela por salir en la tele
españolista y opresora, un ama de casa explica cómo se guisa un
Mahoma para dos personas. Dice: «De momento hay que quitarle la
chilaba. Como estos moros son tan guarros, da un tufo que el
cante se oye en La Meca. Ya sin chilaba hay que quitarle también
las babuchas, uf, qué hedor. Una vez desnudo, se lava al Mahoma
muy bien lavado, aplicando el principio omeya cordobés: «En esta
pila Maimónides se lavaba los cojónides». Desencostrados sus
jueves y sus viernes, se saca y se seca con cuidado, y luego se
unta con manteca de cerdo. Y como el moro no jamela jalufo,
Mahoma se mosquea bastante con el cerdo de la manteca, por lo
que se pone tiernecito, tiernecito, cual pulpo apaleado. Hecho
lo cual, se mete en una mochila al baño maría y se le deja una
temporadita, por ejemplo hasta un 11 de septiembre o un 11 de
marzo, en que él solito da la cara con su temporizador, y
entonces podemos servir el Mahoma a la Al Qaeda para dos
personas, sobre un lecho de sangre de cristianos».
La decisión de la Justicia sobre los autores del escarnio ha
sido muy bien recibida por los sectores de mejor rollito. Carmen
Calvo Poyato, tras hacerse una foto (otra, toma, Mahoma) ha
dicho: «Está muy bien lo que ha hecho Garzón. Estas cosas se
merecen medidas ejemplares. Se empieza así y se acaba enseñando
cómo se guisa un maricón para dos personas, y diciendo si hay
que ponerle perejil en la retaguardia o no hay que ponérselo
antes de meterlo en el horno. Es lo más progresista que puede
hacerse, porque si no imponemos el respeto a todas las opciones
en el Estado de Derecho, estaba viendo que Krahe y Seseña iban a
hacer otro cortometraje sobre cómo se hace la tortilla de
lesbianas a la española».
Este resumen de lo no publicado no ha ocurrido. No hay cineasta
(hasta ahí podíamos llegar) que se atreva a hacer un
cortometraje de burla, mofa y escarnio de la religión
mahometana, en la ola de islamismo que nos invade. ¿Qué digo
ola? ¡Tsunami de islamismo tras el terremoto de lo políticamente
correcto! La ola del maremoto de Ceilán es una onda del pelo de
Ana García Obregón al lado del devastador efecto de lo
políticamente correcto en materia de respeto a la doctrina,
principios y criterios morales de la religión católica,
sociológica y culturalmente mayoritaria en España.
Lo que sí ha ocurrido y sí se ha publicado es que se ha emitido
por Canal Polanco un cortometraje que explica cómo se cocina un
Cristo para dos personas, y no ha pasado absolutamente nada.
Tomarse a pitorreo a Cristo, al Papa y a los católicos entra
dentro de lo políticamente correctísimo. Pero a los mahometanos,
como al pulpo, ni toserles.
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