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Un
poquito de por favor, que me voy a poner una mijita radical.
Igual que en Cataluña quieren prohibir la Fiesta Nacional, yo
prohibía en Andalucía los festivales taurinos. Salvo que no
fueran benéficos, y que lo pusiera claramente en el cartel:
«Este festival no es a beneficio de nada; es para que maten el
gusanillo unos toreros a los que no contrata nadie».
-¿Lo dice usted por el festival de La Algaba?
Por La Algaba lo digo, y toco madera, porque un festival de La
Algaba de momento nos dejó huérfanos...
-¿Huérfanos?
Sí, por culpa, culpita de un festival de La Algaba se fue del
toro Curro Romero y nos quedamos sin más tarro de las esencias
que el agua de Sevilla de Isabel Rodríguez de Quesada o el
agua de Rocío de los Luchinos, ¿será por agua?
-Esa es la parte Emasesa de la perfumería sevillana...
Lo digo por el festival de La Algaba a beneficio de los
damnificados por la explosión de Las Letanías. Una vez más, en
esta Andalucía de los tres billones de pesetas de presupuesto
de la Junta, de los miles y miles de millones de presupuesto
municipal, la sociedad civil le saca las castañas del fuego al
Estado, supliendo con un festival benéfico lo que no hace la
Administración, con evidente dejación de sus funciones. Sobre
los damnificados de Las Letanías, más que un festival
benéfico, lo que habría que organizar sería una manifestación
ante el Ayuntamiento, ante la Delegación del Gobierno, ante la
Junta. Exigir que parte del dinero que despilfarran (por
ejemplo, en ponerle de dulce San Telmo a Chaves, destruyendo
un monumento a manos de Vázquez Consuegra) lo destinaran a
solucionar el problema de las quince familias de Las Letanías
a las que aún no les han resuelto las consecuencias de la
explosión.
Siempre hay un sevillano bien intencionado, que con toda su
ilusión, su trabajo, su esfuerzo, organiza un festival taurino
para remediar lo que es obligación de los políticos
arreglarlo. Yo que político, estaría encantado con Joaquín
Moeckel. Mientras Moeckel siga organizando cosas para suplir
las obligaciones con las que no cumplen los políticos, níquel.
¿Que se hunde El Salvador? Moeckel organiza el festival
benéfico de la sociedad civil. ¿Que no han arreglado aún Las
Letanías? Moeckel organiza el festival de La Algaba. De un
momento a otro Moeckel organizará un festival para arreglarle
al alcalde lo suyo de las facturas falsas del Distrito
Macarena.
Ocurre como con las buenas intenciones de María Luisa
Guardiola. Con un SAS que apalea los millones y tira el dinero
como tierra, para que los niños oncológicos y sus familiares
tuvieran la atención necesaria en el Hospital Virgen del
Rocío. María Luisa Guardiola se tuvo que hartar de organizar
festivales, tómbolas, cenas benéficas. Como si el SAS
estuviera sin un duro. Y metiendo el hombro los de siempre:
los ganaderos que ponen los toros de balde, los toreros que no
cobran. Al torero le pide que actúe gratis y al ganadero que
dé los toros, por ejemplo, un médico que cobra tela por cada
operación. Si yo fuera torero, cuando un médico viniera a
pedirme que toreara por un festival, le diría:
-Y mejor que yo toree un novillo que ha regalado Rocío de la
Cámara, ¿por qué no opera usted gratis una apendicitis en un
quirófano cedido de balde por la Clínica del Sagrado Corazón?
Como nadie pide un poquito de por favor ni nadie se pone
radical, así seguimos. ¿Cómo que no existe sociedad civil? La
sociedad civil existe: de corto y en un festival taurino,
sacando las castañas del fuego a los políticos. Por eso yo en
este festival pido la llave. Pido la llave para encerrar con
ella en la cárcel a los políticos que no cumplen con su
obligación en la administración de nuestro dinero.
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