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Había
terminado el alboroto del vídeo de presentación, Sara Baras
diciendo «vente pá Madrid», y empezaba el tiroteo de las
preguntas a la delegación del Madrid Olímpico. Levantó la mano
Alberto de Mónaco. Pensé:
-Ah, claro, este tío va a preguntar si son extensibles a los
atletas de los Juegos Olímpicos los beneficios de las bodas
raritas que han aprobado...
Y va y sale...¡con el terrorismo! La soga en casa del ahorcado
del «pásalo» y del «queremos saber». De desagradecidos está el
mundo lleno. Nosotros dándole tratamiento de magna potencia
mundial a Mónaco, muertos todos de pena por la muerte de
Raniero, con el corazón en un puño por su pobre perro tras el
ataúd, y va el Príncipe Alberto y mienta la soga del 11-M a
Gallardón y Aguirre, perdedores del 14-M.
-Eso nos ocurre por llevar a ZP. Quien con ZP en Singapur se
acuesta, gafado se levanta.
Cuando va ZP hay que estar dispuesto a todo. Madrid había
hecho un gran trabajo en la presentación, y antes, adelantando
instalaciones e infraestructuras olímpicas. Lo de Madrid 2012
ha sido todo perfecto menos una cosa: llevar a ZP a Singapur.
Con la de cosas que podía haber hecho ayer en el ancho mundo,
verbigracia irse ir a ver cómo han quedado los caprichitos que
le hemos pagado a Sonsoles con cargo a los presupuestos en el
casoplón público de Lanzarote donde mangarán veraneo, hubo a
quien se le ocurrió que el mejor sitio para ZP era Singapur.
Los hay tan ilusos que creen que yendo ZP van a elegir a
Madrid. Sí, sí: por aquí se va a Madrid, dijeron. Y eligieron
la capital de una nación que cumple con sus compromisos y no
deja tirados a sus aliados ante el enemigo, en la guerra de
Irak. Como Felipe II, en materia de enfrentamiento con el
Reino Unido mandamos a Madrid a luchar contra París y Moscú,
no contra Blair, que es un caballero con prestigio
internacional. Viendo a Blair y viendo a ZP, la elección era
bien sencilla.
La lástima es la inseguridad en que quedamos de aquí al 2012.
Madrid como sede olímpica nos aseguraba que por lo menos hasta
el 2012 iba a existir todavía lo que entendemos por Madrid.
Madrid como capital del Reino de España; como sede del
Congreso de los Diputados donde reside la soberanía popular;
como Corte de la Monarquía Española. Los Juegos Olímpicos
podían haber sido el pretexto para mantener muchas cosas que
ahora siguen corriendo mucho peligro. Ahora, ya sin el 2012
como elemento de unión, ¿qué será de España en cuanto tal
cuando sea llegado ese año? ¿Se imaginan dónde habrá podido
llegar ZP en el 2012 a todo correr en la destrucción de
España, con la lengua fuera detrás de lo que digan Carod,
Ibarreche y Anxo?
Eran perfectas las vísperas de Singapur. La Corona, el
Gobierno, la oposición, las autonomías, los ayuntamientos,
todos marchando en la misma dirección, sin nadie metiéndole
palitroques a la rueda de la bicicleta. Por un momento llegué
a pensar que lo mismo que se logró por Madrid podría también
conseguirse por España. ¿Se imaginan esa misma colaboración de
todos, encabezada por la Corona, en materia de unidad de
España, de lucha contra los asesinos, de ilegalización de los
partidos filoterroristas, de mantenimiento de la lengua
española, de nuestra cultura, de nuestra Historia, de nuestro
papel en el mundo? ¿Se imaginan esa colaboración
suprapartidista solucionando los problemas del agua, de
enseñanza, de empleo, de inmigración, de vivienda, de
inseguridad ciudadana, la quiebra del principio de autoridad,
dando a las minorías su sitio, con respeto a las mayorías
sociológicas?
Soñaba y soñaba con ese Madrid olímpico que nos aseguraba que
España iba a existir hasta el 2012 por lo menos, Virgen de
Fátima. Ese Londres olímpico no me da coraje. Me da, como
siempre, envidia. Una vez más, de mayor quiero ser inglés. Y
si en otra vida me reencarno en gato inglés, ni les cuento...
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