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Hay
un Manolo el del Bombo que no tiene nada que ver con el
partido de anoche de España contra Serbia-Montenegro y más
negro que se va a poner. Manolo el del Bombo es como llama a
Chaves un ingenio de la competencia de cuyo nombre quisiera
acordarme (¿Robles quizá?), para pagarle sus regalías. Con
la que hay liada en la España de las autonomías y del
calambre de las eléctricas, Chaves sigue pumba, catumba, de
Manolo el del Bombo. (Haga usted mismo la frase sobre cómo
habría de ser la boina de este Manolo el del Bombo, en caso
de que la usare )
Leo en las informaciones sobre el Consejo de Política Fiscal
y Financiera y la Conferencia de Presidentes Autonómicos que
la Junta propone al Gobierno que para paliar el déficit
sanitario se otorgue a Andalucía capacidad normativa para
subir los impuestos sobre alcohol y tabaco.
Leo en las informaciones sobre el sector eléctrico que a
Chaves le parece muy bien que los catalanes nos metan la opa
por el hopo. Porque el presidente de Gas Natural, el catalán
de la pela, el grasioso con ese del chistecito desagradable
del semen, lo llamó para decirle cómo pensaban darle por el
hopo con la opa a la ex Sevillana de Electricidad.
A Chaves siempre le parece bien cuanto quieran hacer con la
ex Sevillana. ¿Le pelo el perro? Pélelo usted. Hasta el
nombre le han quitado. Tras el braguetazo que dio con ella
Endesa, a duras penas conserva su nombre de soltera. Todo lo
más le ponen algo así como «Sevillana, señora de Endesa».
Endesa, tipitì, tipitesa, la presidió anteriormente un
enemigo de Andalucía. Sí, Martín Villa, el antiguo
falangista que no se baja del coche oficial desde que tenía
pantalón corto, y que quizá era el flecha en un campamento
que en la cama se meó. Martín Villa, SEU puro, franquista
travestido de demócrata con la UCD, fue el ministro que en
el 28-F histórico nos mandó legiones de interventores
leoneses para que dieran el pucherazo y los andaluces no
ganáramos el referéndum autonómico. Este Martín Villa, ahora
enchufado como baranda de algo digital del polanquerío, fue
nombrado presidente de Sevillana-Endesa, me parece que por
el PP: es de corcho y siempre flota. Y a Chaves le pareció
de perlas tener en Sevillana al coleguiilla de Lauren
Postigo en el 28-F. Como ahora le parece divino que los
catalanes se queden con los restos del naufragio de
Sevillana. Aquí vamos a terminar como cuando se fundó la
Feria de Sevilla: en manos de la iniciativa de un vasco y de
un catalán. De Ybarra y Bonaplata hemos pasado a Ibarreche y
Maragall. Tradición se llama la figura.
Tradición o sumisión lamentable al gobierno central de sus
correligionarios, con lo que chillaba este Chaves cuando en
Madrid mandaba el PP, qué señor más pesado con la deuda
histórica. Si chorrea sangre la luz en manos de la pela
catalana, dándole dinero a los separatistas y subvencionando
la ruptura de España cada vez que encendamos una bombilla,
más todavía que la Junta quiera ser ella la que suba y cobre
los impuestos sobre el alcohol. Chaves le quiere meter una
puñalá trapera fiscal a su propia Andalucía de Jerez, de
Rute, de Cazalla, de Sanlúcar, del Condado, de Málaga, de
Montilla-Moriles... y siga usted poniendo consejos
reguladores y háganse cruces (del Campo). ¿Y para pagar la
deuda sanitaria a los catalanes! Y los impuestos sobre el
tabaco, ídem. Luego Chaves protesta porque Altadis cierra la
fabrica de Sevilla y reduce plantilla en Cádiz. ¿No las va a
cerrar? ¿No se van a ir las tabaqueras, fritas a impuestos y
a normas que convierten a los fumadores en peligrosos
sociales?
Ya digo, Manolo el del Bombo, como escribió el otro. Lo malo
es que este Manolo, en su alirón a Maragall, nos pega a los
andaluces con la maza del bombo en todo cielo de la boca.
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