|
-
Un
recurrente e insoluble problema cotidiano es el enigma «¿de
qué me suena a mí esta cara?». Se le planteó a Pepe Guzmán,
genio del periodismo andaluz (q.s.G.g.), la vez primera que
vio a Manuel Chaves, felipista ministro de Trabajo. Guzmán
se preguntó: «¿De qué me suena a mí esta cara de Chaves?». Y
en golpe de intuición irrepetible, se respondió:
- ¡Ah, ya está! ¡Me suena del escudo del Barcelona!
Al poeta Manuel Mantero, desde su fecunda lejanía de Estados
Unidos, a los 7.000 kilómetros desde donde dice González que
hay que mirar a España para que se parezca a sí misma y no
al espejo cóncavo de la claudicación ante el tripartito que
va a partirla, se le planteó un enigma así con Carod. Se
preguntó: «¿De qué me suena a mí esta cara de Carod?». Y
Mantero se acordó de la fauna ártica:
- ¡Ah, ya está! ¡Me suena de las focas del zoo!
Se me ha planteado un problema de este tenor con ese
presidente de la Comisión Europea que nadie ha votado en
España, pero que manda aquí tela. Aviados vamos con los que
mandan aquí a base de directivas europeas, sin haber
concurrido a elección alguna, como los comisarios que vienen
a conocer el problema del olivar y se comen las aceitunas
crudas, creyéndolas manzanas del Jardín de las Hespérides.
José Manuel Durao Barroso es uno de ellos. Carod tiene
500.000 votos en Cataluña y manda en España. Lo de Durao
Barroso es peor: manda casi tanto como Carod, pero sin tener
un solo voto. El futuro de los accionistas de Endesa, sin ir
más lejos, depende de este portugués al que nadie votó en
España. Currador de aviones. Otros vendieron su
primogenitura por un plato de lentejas y él vende la
independencia de la Unión Europea por un mangazo de avión
privado. ¡Qué barata le ha salido a ZP la convidá a Mystere!
Dos trayectos de avión y, zas, voluntad europea cambiada,
para que el trapicheo sea de uso interno y La Caixa pueda
darle a Pizarro por el hopo con la opa.
Llegó Durao en la convidada a avión, pasteleó con ZP el
petisú de la opa, y yo seguía preguntándome: «¿De qué me
suena a mí esta cara?». Hasta que vi a Los Morancos en la
tele y me replanteé la duda, hallando en ella respuesta:
- ¿Qué hace Durao Barroso con Jorge Cadaval en la tele, si
Los Morancos, en cuestión de Endesa, demasiado tienen con
pagar el recibo de la luz de Sevillana?
Y llegué más lejos: ¿no será que César Cadaval, el más
bajito de Los Morancos, tenía que reunirse con su hermano
Jorge en Bruselas para una gala y le gastó a ZP la broma de
mangarle Mystere? ¿No engañó al Príncipe de Asturias
hablándole inglés de guachisnay y haciéndose pasar por
predicador de los Testigos de Jehová? ¿Seguro que con quien
ha pasteleado ZP es con Durao Barroso? ¿O César Cadaval se
ha hecho pasar por el portugués de la trincadeira? Su cara
ictínea es talmente la de César Cadaval. ¿No será Durao un
moranco de Triana en Bruselas?
Porque me extraña que ZP haya hecho los pastos comunes con
el de las Azores. Si los que salieron en la foto de las
Azores, Bush, Blair y Aznar, son el demonio, ¿qué
terrorífico diablo no ha de ser quien les prestó las Azores
para hacerse el retrato? Es más: estoy convencido de que la
famosa foto de las Azores la hizo este Durao Barroso, doble
de César Cadaval, émulo de Los Marismeños. Les dijo al trío
de las Azores: «No, mejor que ponerme yo en la foto, os la
hago yo con mi cámara». Así se disfrazó de horizonte y no
salió. Y se libró de la satanización. Y sigue pegando
mangazos europeos. Con tanta cara dura y poca lacha, que si
se fijan bien verán que no es Durao Barroso: es César
Cadaval, haciendo de moranco de Bruselas. Y que como le
manden un avión para ir a Perpiñán, con tal de currar
Mystere es capaz de erigirse en esa mediación europea que
anda pidiendo la ETA en los comunicados que cogen con el pie
cambiado al Gobierno.
Artículos de días
anteriores
Correo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
|