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El Recuadro   

 Antonio Burgos

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Mandan hasta en las coquinas

Lo siento por la Peña Enrique el Mellizo y sus Jueves del Baluarte. Lo siento por los cantes de Cai. Y muy especialmente por Chano Lobato, irrepetible cantaor y contaor. Cada cantaor de Cai es un mágico contador de prodigiosos embustes. ¿Qué es la novela, sino un largo embuste de 200 páginas, como los que compendiados contaban los que cantaban, Pericón, Aurelio, Beni, y ahora el singularísimo Chano?
Lo siento por ti, hermano Chano, pero por nada del mundo se te ocurra decir más la cantiña que bordas. Esa letra histórica de la Guerra de la Independencia, de los voluntarios de Cai que fueron a coger coquinas y a la primera descarga soltaron la carabina. La Junta ha prohibido terminantemente que los voluntarios de Cai vayan a coger coquinas de ninguna clase. Pues puede ocurrirles como a los bañistas de la playa de Levante del Puerto. Que tengan que soltar la carabina y Juan Najela de Levante. Porque ya ha sonado la primera descarga de las bombas burocráticas que tiran los fanfarrones de la Junta en coquinera materia. Las órdenes intervencionistas, dictatoriales, sovietizantes y como comunistonas de esta Junta que se mete en todo, hasta en las coquinas de la arena de la bajamar.
Lo habrán leído, y no me resisto a copiarlo (aunque sé lo que le pasa al que la copia), cuánto intervencionismo: «La Junta comenzará una campaña para recordar a los ciudadanos que el marisqueo de ocio es ilegal, ya que, en los últimos años, viene observando un incremento de esta actividad en la zona del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, sobre todo en la playa de Levante de El Puerto de Santa María. Muchos de los usuarios aprovechan sus paseos por la orilla para recoger muergos y coquinas que luego emplean en el propio consumo doméstico, una actividad que «se está convirtiendo en un importante problema para la supervivencia» de estas especies. La campaña recuerda que el marisqueo daña gravemente el ecosistema de los moluscos y alerta de que el marisco para consumo debe pasar unas medidas de control sanitario que no tienen las especies cogidas directamente de la playa.»
¡Hasta en las coquinas manda Erchave, como micer Francisco Robles llama a Don Chaves, en genial transcripción fonética de sus votantes! La Junta se mete en todo. Hablando de fauna marina de coquinas, la Junta es un enorme pulpo que con sus tentáculos todo lo apresa, todo lo envuelve. Ya ni coquinas en la playa se pueden coger, como Erchave no te haya dado el carné de coquinero. La intervencionista Junta quiere tener hasta el control sanitario de las coquinas de cogemos en la playa y nos llevamos al apartamento con agua del mar en el cubito del niño, para echarles el arroz.
En Andalucía cada vez hay menos sociedad libre y liberal y más asfixiante y totalitaria Junta ordenancista. Antonio Lorente, con toda la gracia de su cofradía de Los Gitanos, me decía en Matalascañas, naturalmente que mientras cogíamos coquinas:
-¿Tú has visto una sola calle de Sevilla donde no haya un letrero de un centro oficial, de un local o de un algo de la Junta? ¡Lo tienen copado todo con los letreros de la Junta!
-Y no te metas en la Sierra, Antonio... No vayas a Cazalla. Porque ¡hasta en cada punto kilométrico de las carreteras de la Sierra han puesto su letrero de «Junta de Andalucía»!
-¿Pues tú sabes cómo se llama en castellano un hito de punto kilométrico?
-Si, mojón, y nunca mejor dicho. Porque la Junta, con tal de coparlo todo, le tiene puesto su marchamo hasta a los mojones de carretera. Y los conductores que suben hacia Cazalla, a cada punto kilométrico van exclamando, maravillados: «Otro mojón pá ti, Chaves».

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