HABLÁBAMOS de
estas niñas escuchimizadas, vareadas en exceso,
tipo modelos rechazadas por falta de trapío en la
Pasarela Cibeles, y no me salían las palabras
anorexia o bulimia. Y le pregunté por el nombre
exacto de la enfermedad. Y me dijo, tan resuelta
como sevillana:
-Endeblez, eso se llama endeblez.
¡Qué clásica la endeblez! Más que
la Asociación Española de Dietética y Nutrición y
la Sociedad Española para el Estudio de la
Obesidad, en su reconocimiento de masa corporal de
las modelos de Cibeles, las que saben tela de
endeblez son las abuelas sevillanas. Les dicen a
sus hijas acerca de los nietos:
-Hija, a este niño lo que tienes
que darle es un buen puchero con su pringá, mira
qué endeblez tiene...
Eso, cuando no sientan plaza en el
Arma de Artillería. Aunque ya no esté aquí el
antiguo Tercero Ligero del Brigada Rafael, luego
el RACA 14 de las coplas del Pali, los sevillanos
siguen sentando plaza en Artillería. En Artillería
gastronómica. ¡Vengan cañonazos de pescao frito!
Si la Pasarela Cibeles se celebrara en Sevilla y
vieran aquí a las modelos de la endeblez, los
artilleros de la gastronomía emplazaban sus piezas
contra ellas:
-A esas niñas lo que les hace falta
es un buen cañonazo de papas con carne...
Al mundo de la moda llegó el
pacifismo y no hay cañonazos de pescao frito que
valgan. El mundo está muy mal repartido. Y las
carnes, peor aun. En Cibeles echando atrás niñas
con endeblez que no dan la talla mínima, y en
Carmona, el muy saludable doctor López
García-Aranda echando atrás niños obesos con más
sobrepeso que el muñeco de Michelín. El profesor
don Víctor López García-Aranda, director del
servicio de Cardiología del Hospital Virgen
Macarena, realiza provechosas campañas para la
salud de los sevillanos. ¿Ven la Ley Antitabaco?
Pues él fue un pionero en la lucha para la
prevención del tabaquismo. ¿Y ven la lucha contra
le endeblez en la moda? Pues Víctor López la coge
por el otro lado, por las consecuencias de la
excesiva preocupación de las abuelas por la
endeblez de los niños, que nos está dando una
infancia obesa de comidas-basura de pizzas y
hamburguesas de pitracos. ¡Si todavía fuera de
cañonazos de puchero!
Si en Cibeles es donde más niñas
escuchimizadas hay por metro cuadrado de pasarela,
en Carmona es donde más niños gordísimos y fatis
hay de España. El mundo está muy mal repartido. En
Cibeles, Cuca Solana de veterinaria en los
corrales, echando para atrás chavalas que no dan
el peso mínimo para plaza de primera categoría. Y
en Carmona, el alcalde y el profesor López
García-Aranda poniendo a dieta y metiendo en
cintura (y nunca mejor dicho) a la población
escolar, ya que allí es donde más niños gordos
hay.
-Será que las niñas de Carmona
aspiran en el futuro a ser Miss Talla Grande... No
les quite usted la ilusión a las criaturitas.
No, es que en Carmona es donde
deben de estar las abuelas más artilleras de
puchero de España. A reserva de los estudios
científicos del doctor Víctor López, sostengo que
los niños de Carmona son los más gordos y
retotolludos de España porque las abuelas no hacen
más que decir a sus hijas:
-Niña, al Iván lo que le hace falta
es un buen cañonazo de papas aliñás...
Cuca Solana debería hablar con el
director de la campaña contra el sobrepeso en
Carmona, para un intercambio y una alianza de
pistoleras y michelines, y se acababa el problema
de la endeblez de las modelos. Bastaría con mandar
a la Pasarela Cibeles a cuatro o cinco abuelas de
Carmona para que les dieran cañonazos de puchero
con todos sus avíos a esas modelos que parece que
desfilan de perfil, de héticas que están.