LOS
sevillanos no saben que la mayoría desconoce que
en el Ayuntamiento el PSOE no manda en
solitario, que gobierna gracias a los votos
prestados por Izquierda Unida. Tú le preguntas a
cualquiera quién manda en el Ayuntamiento, y te
dice que Monteseirín. Sólo hasta cierto punto.
Depende en todo momento de sus socios de IU. Los
presupuestos tiene que aprobarlos con la
complicidad de IU. Las más vistosas parcelas de
poder local se las ha tenido que ceder a IU.
Haga Lolo lo que haga, no puede ni piarle,
porque el alcalde tiene el bastón gracias al
apoyo de IU.
¿Sabe usted
cuántos votos sacó IU en las últimas elecciones
municipales? Pues sólo 30.443. Esos 30.443 votos
representaron sólo el 8,9% de los votantes. Sólo
5 de cada 100 electores votaron a IU. Y miren lo
que el tío de la pipa y el tío de la carpa le
sacaron a esos votos, eso sí que es un TAE de
alta rentabilidad. ¿Usted sabe cuántos son
30.443 votos, aforados visualmente? Pues es el
campo del Sevilla, que hace 45.500 espectadores,
con una entrada flojita. O es media entrada del
campo del Betis, donde caben 52.500
espectadores, perdón, criaturitas. Mucho hablar
de que Carod tiene cogido a ZP por la
entrepierna, pero el alcalde tiene aquí un Carod
sin que se entere nadie, que es su dependencia
absoluta de IU. Gran parte de los mamarrachos
que están haciendo en Sevilla y de las tropelías
que están cometiendo es por culpa de esta penosa
dependencia de la dictadura de los 30.000 votos
de IU. El por saco del Carril Bici mismo, nos lo
dan porque el alcalde ha tenido que claudicar
ante sus socios y gastarse una millonada y
destruir medio viario de Sevilla para complacer
a los ecologistas de los coj...inetes.
Pero donde de
verdad se está viendo el entreguismo del alcalde
ante el chantaje de IU es en estas alborotadas
vísperas de la reunión de ministros de Defensa
de la OTAN en la Fibes, el 7 y 8 de febrero. El
alcalde (que es por cierto del partido que nos
metió en la OTAN) está de hecho en el bando de
los antiglobalización y los antisistema, de los
Carod de aquí. En vez de poner la ciudad al
servicio de una cumbre internacional promovida
por el Reino de España, donde son tratados los
principios democráticos que representa el código
de libertades de Occidente, tiene que entregarse
a los cuatro piojosos que quieren reventarla y
que en cambio se rompen las manos aplaudiendo a
Fidel Castro, a Evo Morales, a Hugo Chávez y a
todos los galácticos de la tiranía. Los
sevillanos no saben que el alcalde gobierna con
IU. Las encuestas señalan que el 70,8% cree que
el PSOE gobierna en solitario. (Ojalá, dirá el
alcalde al leer esto.) Supongo que los
sevillanos tampoco saben qué se celebra en la
Fibes: sólo que la ciudad es la meca de todos
los andrajosos antisistema y antiglobalización
de mochila y cóctel molotov.
En vez de poner a
IU en su sitio, y no ceder ni esto al sectarismo
izquierdista trasnochado de los antiguos
comunistas, el alcalde no tiene más remedio que
hocicar y dar cuanto le piden. Hoy canta en
Sevilla un héroe de las libertades (por aquí),
el castrista Pablo Milanés, que es a la
dictadura de Fidel lo que Raphael era a la de
Franco. ¿Habrá algo más rancio que un cantautor
con la guitarrita? Bueno, pues en este progre
revenío, el Ayuntamiento (vamos, todos nosotros)
va a gastarse 82.116 euros, porque el gachó va
de anti-OTAN. Y como esos profesionales de la
gresca que vienen de todo el mundo a fastidiar
la cumbre y a liarla y a enfrentares con los
antidisturbios tienen que dormir las criaturitas
en algún lado, pues el muy laico Ayuntamiento
hace la obra de caridad de dar posada al
peregrino y cede el Hogar Virgen de los Reyes
para 200 de ellos. Y les regala 100 bonobuses. Y
como Lolo se lo proponga, les da a cada uno un
siseñor, un mirusted y una batuta. Todo sea
contra la OTAN, que es malísima...
Claro que peor que
la OTAN es no tener mayoría para poder gobernar
con autoridad y tener que andar a papitos con el
chantaje de sesión continua de IU. Lo del
alcalde con IU es lo del viejo cante: «Desgraciaíto
el que come/el pan por manita ajena,/siempre
mirando a la cara,/si la pone mala o buena».