(Inciso para la Historia de la Radio en Sevilla. La conexión de Boby Deglané con Sevilla vino por un trianero de arte, en aquella radio de concursos donde era la estrella su Cabalgata Fin de Semana. El trianero Alfonso Jaramillo ganó por teléfono un concurso de Cabalgata, no recuerdo si "La melodía misteriosa" o "Quién tiene el clavel". Tuvo así Jaramillo, luego concejal del Ayuntamiento, sus neoyorquinos cinco minutos de fama en toda España, cuando acudió triunfador al programa de Boby. Con el que intimó, y al que trajo a Sevilla, apuntándolo de hermano en la Esperanza de Triana. Cuando tras la riada del Tamarguillo en 1961, y aunque acabara tan trágicamente por la caída de la avioneta por donde ahora está el puente del Indio, Boby organizó la Operación Clavel, no hizo sino corresponder a la Sevilla que lo había recibido con los brazos abiertos en la Triana de Jaramillo.)

Tip y Coll no hacían humor rompiente: hacían ultraísmo sevillano de los poetas del Pasaje de Oriente y del Café Nacional. Para muchos, una novedad. Para quien conozca la historia de la literatura sevillana, una tradición. Los humoristas salidos de "La Codorniz" de Tono y Mihura, como Tip y Coll, repetían el humor ultraísta, futurista, dadaísta, surrealista, del que fueron precursores los poetas sevillanos de las revistas "Grecia", "Mediodía" o "Papel de aleluyas". Hablando de Juan Lafita y de su bicicleta, citaba aquí el otro la "Conferencia con maleta" que Gómez de la Serna dio en el Ateneo. ¿A que eso de dar una "conferencia con maleta" parece talmente de Tip y Coll, como el número del vaso de agua? Nunca hay nada más antiguo que las vanguardias de la modernidad, y Sevilla fue avanzadilla de las vanguardias antes de la guerra, con sus poetas ultraístas, y a la cabeza de ellos Adriano del Valle a Isaac del Vando. Eva Díaz Pérez, la gran divulgadora de este periodo de la Sevilla literaria, nos ha ofrecido en sus reportajes fotografías de la época que son Tip y Coll puros, "avant-la-letre". ¿No parece acaso un número de Tip y Coll la foto de los poetas de "Mediodía", con Romero Murube y Sierra, en el reservado de un restaurante, disfrazados con largas barbas postizas o con servilletas a modo de turbante?

Cité aquí, entre interrogaciones, cuando Adriano del Valle puso un huevo, tal como suena, en el Ateneo. ¿No están viendo a Tip y Coll poniendo el huevo, incluso a Tip cacareando y moviendo los brazos como alas de gallina? ¡Pues eso lo inventó el genial Adriano del Valle! Me lo ha documentado Paulino González, quien amablemente me envía el estudio que publicó con Rogelio Reyes Cano, "Los papeles perdidos de Isaac del Vando", donde al catalogar los documentos de este poeta legados a la Real Academia Sevillana de Buenas Letras hace un aporte fundamental para el conocimiento de las vanguardias poéticas sevillanas de entreguerras.

La solemne puesta del huevo ocurrió en el Ateneo, el 12 de enero de 1935, en uno de aquellos "mítines ultraístas". Adriano del Valle pronunció la conferencia "Telefonía celeste" en honor de Fernando Villalón. Presidiendo la velada surrealista estaban Jorge Guillén, entonces catedrático de Literatura de la Universidad; Hermenegildo Gutiérrrez de Rueda, Isaac del Vando, Luis Mosquera y mi recordado y querido Carlos García Fernández, el abogado, poeta y académico de Buenas Letras que sólo por su relación con "Mediodía" y con Luis Cernuda merecería un estudio. Ante el escandalizado auditorio, Adriano del Valle proclamó: ""Soy tan surrealista, tan sagaz y tan nuevo, que ahora mismo me agacho y pongo un huevo." Tras lo cual, se acocló sobre su sillón de conferenciante, se llevó la mano al trasero, tomó el huevo y lo mostró al auditorio. Como diciendo: "¡Tequiyá, Tip y Coll, que esto vuestro lo inventó Adriano del Valle en Sevilla hace ya una jartá de años!"