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El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


La cárcel-trampa del Juana Chaos

IMPERIO Argentina, en una película de Florián Rey, decía aquella frase castiza: «Recoge las gallinas, que vienen los cómicos». En política, con las unanimidades, pasa como ocurría con las gallinas en los pueblos cuando llegaban los cómicos de la legua: «Guarda tu libertad de pensamiento, que vienen las unanimidades». Y estamos en tristes días de unanimidades. El Gobierno pide «apoyo unánime» contra el terrorismo. ¿Para qué ese apoyo, para hacer qué, para decidir qué, con qué hoja de ruta contra los hijos de lo que rima? Ah, no, eso no lo han dicho, al grito de:
-¡Heterosexual el último que no apoye al Gobierno!
Lo siento, pero la unanimidad a ciegas me suena siempre a votación a la búlgara, a Plaza de Oriente española. Pero no a la Plaza de Oriente, ay, dolor, del «Romance de la Reina Mercedes», sino a Plaza de Oriente de 20-N, brazo en alto y camisa azul, de la pancarta contra el cerco internacional a la dictadura impuesto desde la ONU, cuyas siglas eran entonces UNO, United Nations Organization: «Si ellos tienen UNO, nosotros tenemos dos».
Como Lenin le preguntó a Fernando de los Ríos el «libertad, ¿para qué?», me atrevo a decir: unanimidad, ¿para qué? ¿Unanimidad contra la ETA o unanimidad para que el Gobierno siga haciendo mangas y capirotes en su no satisfecho deseo de negociar, pactar y hocicar con la ETA? ¿Unanimidad para volver a cercar a la ETA, para arrinconarla y derrotarla, como se estaba a punto de hacer aplicando los instrumentos de la Ley de Partidos y del Pacto Antiterrorista? ¿O no será más bien unanimidad para seguir transigiendo y otorgando lo que piden? Mataron a dos ecuatorianos en la T 4 de Barajas y el Gobierno siguió intentando negociar, regalando chocolatinas, bombones y caramelos a los terroristas e islas adyacentes para poder ponerse la medalla de la paz. Me temo que ahora, aun roto el «alto el fuego permanente», ocurra tres cuartos de lo propio: que sigan obstinados en conseguir a cualquier precio lo que han dado en llamar paz.
Esta unanimidad me suena a totalitarismo del «una, grande y libre». Franco se pasó 40 años predicando «la unidad de los hombres y las tierras de España». El que no aceptara la unanimidad de la unidad representaba directamente la anti-España. Algo gozosamente superado por la Constitución y las libertades, que parece que ahora vuelve: la unanimidad obligatoria, la unidad por decreto-ley y por voluntad del Jefe, ya que el Jefe siempre tiene razón.
Hubo una tregua-trampa y ahora puede haber una cárcel-trampa: la foto de la entrada en prisión del Juana Chaos. Hemos ganado bastante: por fin el Gobierno va a darle a un etarra tratamiento de Julián Muñoz, cuando a Otegui no le aplicaron el Protocolo Pantoja. Pero puede que todo se quede ahí, que nos vendan la foto del tiparraco entrando en la cárcel, ya engordado de recebo hospitalario, para que no pensemos en lo que se sigue transigiendo ante los terroristas. Que, no se olvide, vuelven a tener sus señas y las mías por si quieren venir a pegarnos un tiro en la nuca, ya que les hemos entregado el censo electoral enterito tras su llegada a los ayuntamientos. En los que recibirán el dinero con el que pagar la nómina y los seguros sociales de los asesinos a sueldo. ¿Para esto nos piden la unanimidad, para que apoyemos a un Gobierno que durante la tregua-trampa ha municionado a una banda terrorista que ahora empleará esos medios para seguir matando?
Son los presentes días de grandes mentiras proclamadas, como siempre, con mucha solemnidad. Le dan a la mentira el verismo de la solemnidad. Como el grandísimo embuste de que no se debe utilizar el terrorismo para hacer política. Con todo cinismo, eso lo dicen los mismos que utilizaron el terrorismo de la matanza de Atocha no sólo para hacer política, sino para derribar al Gobierno y para ganar las elecciones.
A mí que no me pidan unanimidad obligatoria, enseñándome la coartada de la foto de la cárcel-trampa del Juana Chaos. ¿Quién me asegura que no van a usar mi unanimidad para seguir pactando con la ETA a fin de ponerse la medalla de la paz y permanecer en el poder, que es lo que quieren, seguir en el poder al precio de las vidas que sea?

 

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