Correo
El
Rey ha ido a China. Y no ha hecho ni
volver, cuando Chaves se ha ido a la
China, por todo lo alto, como suele,
con su séquito y su mojádito, sus
empresarios y sus sindicalistas, sus
asesores y sus cogecosas. Y con
Cristina Hoyos, por descontado. Yo
no sé si Cristina Hoyos es del
elenco de Chaves o si Chaves es del
elenco de Cristina Hoyos, pero por
ahí, por ahí debe de andar la cosa.
-Y si
Cristina Hoyos ha ido a China con
Chaves, ¿por qué no ha ido el
Tabernero del PSOE?
¿Y
quién le ha dicho a usted que no
haya ido? Han ido los habituales.
Sospecho que Chaves ha llevado a
Pekín más compaña que el Rey.
-Y si
el Rey acaba de llegar de China, y
ha abierto aquellos mercados para el
jamón serrano, ¿a qué ha ido Chaves?
Eso
digo yo. Si Andalucía tenía que ir a
China, ¿por qué no se incorporó
Chaves a la legacía que acompañó al
Rey? ¿Por qué tiene que ir el Rey
por un lado y sólo días más tarde,
Chaves por el suyo, hala, a tirar el
dinero en viajecitos al extranjero?
Ah, mi querido amigo: porque en caso
de que Chaves hubiese ido con el
Rey, no podía aparecer como les
encanta a los presidentes
autonómicos: de reyezuelos de lo
suyo, con su camisita de delegación
comercial permanente en las
capitales extranjeras y su canesú de
departamento de relaciones
exteriores. En España hay un
ministro de Asuntos Exteriores, que
es Moratinos (una desgracia como
otra cualquiera) y 17 moratinitos:
los 17 presidentes de las autonomías
haciendo cada uno de ellos su
política exterior por su cuenta,
como si fueran Estados
independientes y no comunidades del
Reino de España. Y como Moratinos
tiene el Palacio de Santa Cruz,
Chaves proclama que tiene el Barrio
de Santa Cruz, con su lunita
plateada, que dice que hay que
vender en China para que vengan los
turistas chinos a comprar camisetas
de «Lo siento, picha, tó er mundo no
puede ser de Cai». Hay mil millones
de chinos, y hasta que no consigan
que vengan todos a tomar tapas en
los bares del Tabernero del PSOE, a
dormir la siesta en los hoteles del
Hostelero del PSOE y al flamenco en
el tablao de la Bailaora del PSOE,
Chaves no va a parar. Como ponía en
el rótulo de la sombrerería de
Padilla Crespo: «Artículo español,
jornal para los nuestros».
Lo de
China ha sido como Los Gorrones de
Guadalajara, pero sin editoriales y
sin autores adictos al régimen. El
habitual «que no farte de ná» de
unos viajes absolutamente
innecesarios y estrictamente
prescindibles, pero de un modo más
que evidente aun, como enmendándole
la plana al viaje del Rey: «Ahora se
va a enterar Su Majestad de lo que
es vender jamones en China». ¡Y un
jamón! Con chorreras. El día que de
verdad los chinos se pusieran a
comer jamón serrano (que dudo que se
pongan) no iba a haber cochinos, ni
dehesas, ni encinas, ni bellotas, ni
Jabugo, ni Cumbres Mayores, ni
Almonaster, ni Cortegana, ni
Trevelez para tanta pata negra. Si
es ahora, y no sé yo de dónde sale
tanto presunto jamón ibérico serrano
de bellota. Si aquí hay más jamones
que cochinos, por la misma razón que
hay más arquitectos que albañiles.
En cuanto al turismo, ¿no habrá
confundido Chaves a los chinos con
los japoneses? Total, como todos son
iguales y tienen los ojitos así
rasgados. ¡Que los que viajan son
los japoneses, oé, los que se bajan
del Ave en Córdoba, no los chinos,
que como viven en el paraíso
comunista, están más tiesos que los
pinos de Puerto Real! Como no
inventemos el turismo de los veinte
duros, no creo yo que vengan muchos
chinos.
Y al
final, pero no lo último, aunque sí
lo más sangrante, los sindicalistas
gorrones yendo de gañote con Chaves
a China. ¿Qué pintaban allí los
vividores del sindicalismo? ¿Que
iban por el internacionalismo de la
clase trabajadora? Ah, claro, ya
caigo: iban para protestar por la
ausencia de derechos humanos en la
China comunista; para defender a sus
compañeros de los sueldos
miserables, de las jornadas de sol a
sol, de los cuchitriles por
viviendas; para pedir para ellos
derechos sindicales. ¡Por aquí! Por
aquí se va a Pekín. El viaje a Pekín
confirma que con Chaves nos cayó la
China. (Espero que al menos no haya
foto de Doña Antoñita con el bebé
panda en plan peluche...)
