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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


7 del 7 del 7: voto por Sevilla

Hoy es el día. Mágico día: 7 del 7 del 7. Número más que sevillano. Verán ustedes, si no, qué ultraista Aritmética del 7 encierra Sevilla en los hondones de su memoria. Los 7 de la Peña Er 77. El Santo Entierro que salía de 7 en 7 años. El 7 de las Siete Revueltas, quizá la calle más representativa de la Muy Difícil Ciudad. ¡La de revueltas que tiene Sevilla! Todos de niños hemos contado las revueltas de esa calle, a ver si nos engañaban. A mí, de niño, cuando salíamos de casa de Magdalena Mesa en la Alcaicería de la Loza, mi tía María me llevaba a contar revueltas en la calle que tiene siete, empezando por la esquina del Bar Europa y terminando en la calle El Burro. Íbamos andando sobre los adoquines de Gerena y contando revueltas:
-¡Una! ¡Dos! ¡Tres!
Contando esquinas en Siete Revueltas aprendimos la sevillana magia del 7. (Como aprendimos la del 3 en los toros: 3 matadores en el cartel, 3 banderilleros por cada matador, 3 pares de banderillas, 3 tercios en la lidia.) En la magia del 7, había una revuelta por cada una de las Siete Puertas. Que eran dobles, duales como todo en Sevilla: el bar Las Sietes Puertas y los almacenes Siete Puertas. En la Europa estaba el Bar Las Siete Puertas, de Agapito Jiménez Calvo, lo que certificaba la entronización civil del cuadro del Doctor Fleming, que estaba en todos sus negocios: La Punta del Diamante, La Marina, La Venta Marcelino. En otros negocios ponían el cuadro del Corazón de Jesús o de la Virgen de los Reyes con saya y manto celestes, a la que el cardenal Segura había hecho Patrona de la Archidiócesis. En Las Siete Puertas de la Europa, Agapito había colocado el retrato con corbata de lazo y gafas Truman de quien descubrió la penicilina contra la leña del venéreo. Adecuada entronización. Las Siete Puertas era bar de periquitas y fulimandús, de suripantas y tanguistas. Cuando el tratado de las bases con los Estados Unidos, los americanos de Morón y de San Pablo hicieron allí un desembarco que ríase usted de las playas de Normandía. Y era magia y contraste puro de Sevilla el que me descubrió Florentino Pérez Embid, el que proclamó que la Macarena es la verdadera Madre de Dios. A Don Florentino, aunque fuera del Opus, le encantaba ir cada Madrugada a las equívocas Siete Puertas del puterío de la Europa, para ver pasar desde allí, copa de aguardiente en mano, a los armaos tras el Sentencia y a la Macarena toda con capirote verde ante la Esperanza. Desde una esquina del manchado mostrador, bajo el cobre de la cañera monumental de los 125 vidrios, entre negrazos americanos y colipoterras de la Alameda, Don Florentino le rezaba a la Esperanza cuando pasaba la Macarena. El catedrático de Historia de los Descubrimientos descubrió que era como contemplar la mismísima Gloria desde las llamas de pipermín y amor de peaje en un retablo de ánimas del Infierno.
Y había otras Siete Puertas, en la calle Dados: Siete Puertas de piezas de tela, de cretona para la funda de la radio Askar, de lienzo moreno, de pellizas para los catetos. En los Almacenes Siete Puertas, de Iglesias, Pérez y Soro, trabajaba de dependiente el capataz Paquito Quesada, el que sacaba el palio de San Esteban. El Martes Santo, el delicado y sentimental Quesada pasaba directamente de las Siete Puertas a la Única Puerta del corazón en un puño, al virtuosismo de la ojiva de San Esteban. El 7 no podía faltar en las cofradías. No por los castellanos Siete Dolores de la Virgen, que aquí reducimos a uno solo, al Mayor Dolor en su Soledad de la calle Varflora, al Mayor Dolor y Traspaso de San Lorenzo. El 7 está en Las Siete Palabras, cofradía tan sevillana que sus nazarenos parecen escapados del escaparate de Ochoa o de La Campana. Y donde la cruz parroquial de San Vicente la alza siempre El Mudo de Santa Ana. Sevilla es el único lugar del mundo donde un Mudo proclama las Siete Palabras.
Tan nuestro es el 7, que la lejía con que Sevilla escamonda a España entera se llama Los Tres Siete. Tres por falta de uno. Los Tres Sietes, como el día mágico de hoy: 7 del 7 del 7. En estas circunstancias, ante esta Sevilla del 7, ¿por qué maravilla del mundo creen que voy a votar hoy? ¿Cómo voy a votar por la Alhambra, estando aquí las siete mil maravillas del mundo dentro de nuestra mágica Sevilla del 7?

HISTORIA DE LA LEJIA "LOS TRES SIETES" Y DEL DESINFECTANTE ZOTAL, POR JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA

 

 

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