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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Los Luchinos, qué dos carcas

Ya saben: se escribe José Luis Medina y José Víctor Rodríguez, y Victorio & Lucchino en el siglo de la moda, pero en sevillano se pronuncia Los Luchinos. Que yo me creía que eran de la Clase Creativa. Sevillanos de la Modernidad y del Progreso. Lumbreras refulgentes de lo política, municipal y sevillanamente correcto. Agradadores de la Cultura. Palmeros intelectuales orgánicos del Pacto de Progreso. Ejemplos para la Ciudadanía y para el Catetaje.
Pues no. Estaba completamente equivocado. ¡Qué disgusto me he llevado! Y qué sofocón se habrán llevado la crema de la intelectualidad trincona sevillana, la flor gorrona del arte de vanguardia, la exquisitez de los virtuosos en mangar subvenciones culturales y hasta el Tabernero del PSOE.
El caso es que Los Luchinos daban el pego. Tú los veías tan a la moda en sus trapos, en sus ideas y hasta en su vida privada, haciendo surf y navegación a vela a favor de los vientos de la ideología dominante, y te creías que eran de los nuestros. Compañeros, vamos. El Compañero Victorio y el Compañero Lucchino. De la causa. Camaradas, que diría el Tío de la Cachimba por el rito de la antigua observancia del PCE.
Pero no. Qué disgusto más grande. Qué contradicción. Los Luchinos son creadores. Creadores de modas, de tendencias, de modos de vestir a las novias y a las niñas que se ponen de largo, que las dejan bien lindas. Pero incurren en una incoherencia: aunque son creadores, no pertenecen a la Clase Creativa de Sevilla, sino a la Clase Reactiva, que dice el Compañero Alfredo.
Vamos, que son dos pedazos de carcas y de fachas de mucho cuidado.
Porque hay que ver la que han largado de nuestro proyecto abierto y tolerante, creativo y potenciador del futuro, de este sueño que estamos construyendo para Sevilla. ¿No leyeron lo que largaban en la entrevista que les hizo Clara Guzmán? Una traición a nuestras ideas. ¡Y yo que me creía que eran de los nuestros! Miren, miren qué forma de morir por la boca de la reacción el pez de la carcundiez: «La peatonalización era una idea estupenda, pero la realización deja mucho que desear: la tala de árboles, la selección del pavimento. Pero por lo visto eso es lo moderno. A nosotros, que siempre nos hemos considerado vanguardistas, nos ha entrado complejo».
¡Qué vergüenza de Luchinos! Eran vanguardistas de plastilina, diseñadores más rancios que los abanicos de la novena de la Virgen de los Reyes. Ni eran vanguardistas ni eran ná de ná. Se les rasca, como les ha rascado Clara Guzmán, y les sale un prioste de hermandad de gloria y un socio de Pineda. Porque no se quedan ahí los muy carcas, miren cómo siguen: «Quien vea desde Correos la Catedral con las catenarias, ¿sería capaz de decir que es bonita? Es poner a la Catedral en un andén de tren, con la sensación de que está en el extrarradio. Todo el casco antiguo se debía haber tocado de una manera sutil, dando paso a la modernidad en lo justo, haciendo la vida agradable al ciudadano con un adecuado acerado, con jardines; recuperando la idiosincrasia de plazas como la del Pan... Lo vanguardista debería proyectarse en otras zonas, pero con una modernidad buena, equiparable a la de fuera...»
¡Qué barbaridad! Así no hablan sobre la vanguardia felizmente lograda por la Clase Creativa no digo ya unos diseñadores de la modernidad, sino ni Carmelita la Costurera, que está encantada con las catenarias y con la Plaza Nueva, y que llevó allí a sus niños para que juguetearan dentro de la escultura de la cabeza gorda de Igor Mitoraj. ¿Y Los Luchinos quieren que les den el Pabellón de Francia de la Expo para poner allí su taller y hacer un hotel con encanto en la Casa de Velázquez? Pues como sigan así de carcas, no les van a dar ni una accesoria en Los Pajaritos. Bueno está el Compañero Alfredo con Los Luchinos, que creía que eran correligionarios, de los nuestros, y han resultado ser dos carcas como, ¿qué digo yo?, como dos catenarias de grandes.
(Envío a José Luis y José Víctor: ya sin ironía, enhorabuena por vuestra valentía cívica en la cobardona ciudad del No Passsa Nada. A ver si cunde vuestro ejemplo. No hay nada más bello que la Libertad diseñada y ejercida por unos artistas como vosotros.).

 

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