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 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


El centro, zona catastrófica

VALE, aceptamos pelotazo del PSOE en su sede de la calle Oriente como animal de compañía informativa en las denuncias que hace el PP sobre lo que está pasando con el urbanismo. ¿Pero de verdad que eso es lo más importante en el gravísimo proceso de destrucción de la ciudad, para que el PP se traiga esta monserga con un solo edificio, después que se hayan cargado cientos de ellos, y cuando lo que está en juego es la propia imagen, esencia y habitabilidad de la ciudad? Sí, ya sé: en la denuncia por el pelotazo del edificio modernista catalogado de Simón Barris lo que vale es el concepto: que se aplican a sí mismos el ancho del embudo y a los demás, el reglamento. Pero al mismo tiempo que esa tropelía se ha cometido otro atentado contra otro monumento, mayor y más representativo, el cementerio de San Fernando, y ¿lo ha denunciado el PP? No, lo ha denunciado un lector que envió a ABC las fotos que él mismo tomó de las Catenarias Fúnebres en lo que era un conjunto intacto, totalmente representativo del siglo XIX: la entrada del cementerio. En esa entrada, hasta hace sólo unas semanas, podían rodarse los exteriores de la secuencia de una película histórica sobre el entierro de Joselito el Gallo sin que hubiera que tocar ni un cable. Todo estaba tal como había sido diseñado por la estética de la época, cual lo dejó en 1894 el arquitecto José Sáez: la verja de las pilastras de ladrillo visto rematadas por los bronces funerarios, la capilla, el depósito, la sala de duelos, el pabellón de oficinas. Y allí han plantado las Catenarias Fúnebres de las pérgolas, convirtiendo el cementerio en Parque Temático de la Muerte, modelo Isla Mágica, ropa vieja de la Expo del 92. Le han aplicado la misma goma de borrar la imagen tradicional de Sevilla que a la Plaza Nueva, a la Avenida, a la calle San Fernando y siga usted poniendo las plazas que sabemos y los alberos que perdimos. Esto, me imagino, antes de hacerse, se habrá proyectado, habrá sido aprobado en alguna comisión o pleno municipales. Y al conocerlo, ¿ha dicho algo el PP? Nada, de Belinda. Claro, estaban tan ocupados con lo de la sede del PSOE...
Como tampoco el PP (que no son las siglas de Partido de los Papafritas, aunque lo parezca) ha entablado batalla política y jurídica alguna contra la destrucción del palacio de San Telmo, que Chaves ha vaciado enterito para ir de dalia de los Montpensier. Peor que las seis plantas del PSOE en Luis Montoto son los miles de metros de monumento catalogado destruidos y desnaturalizados en San Telmo por el Matasuegra de turno, ante el total silencio del PP y la indiferencia de esta Sevilla que se lo traga todo, y a la que sólo le preocupa la frialdad de la cervecita del tanque de salmuera.
Y quien dice San Telmo dice las setas de la Encarnación, puestas como las Catenarias Fúnebres del cementerio: en plan de ordeno y mando, sin el menor debate. La Sevilla que estamos padeciendo no es sólo el resultado de un modo dictatorial de ejercicio del poder, sino de la incapacidad manifiesta de la oposición para hacerse oír en nombre de la mitad aritmética de los sevillanos, los cabreados, a los que debía representar. A mí me preocupa que al PP no le preocupe algo que nos va literalmente a cambiar la vida a todos los sevillanos y a volver la ciudad como un calcetín, a lo que no le han dado la menor importancia: el plan para peatonalizar de todo el centro, de rondas adentro, la vieja ciudad intramuros. Si por unas plantas de más han liado esto, ¿qué no debería armar el PP por la creación de una Sevilla completamente distinta a la que conocemos y vivimos, que van a hacer inhabitable, cual es ese terrorífico plan de dejar todo el centro sin que nadie pueda entrar en coche y sin que haya ni metro ni una red efectiva de transportes públicos? Ese plan no es un pelotazo: es un puntillazo a Sevilla. La peatonalización total nos va a cambiar la vida, los hábitos, las costumbres. Nada será ya igual. ¿Quién va a defender a la población envejeciente del centro que quedará aislada en sus casas? ¿Quién a los comerciantes que se arruinarán? ¿Y a quién lo han consultado, dónde se ha abierto el debate democrático, qué expertos han hablado? Me encantaría tener que comerme un día este papel, pero me temo que ese plan será la conversión de todo el centro de Sevilla en zona catastrófica.

Sobre este mismo tema, ver "El centro, castigado sin coches"

 

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