ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


La Amarilla ¿no era La Roja?

DICEN que cada vez quedan menos freidurías en Sevilla. Mentira cochina. Miren qué pescadería más buena hay en esta Puerta Larená, donde seguimos despachando papelones de frito variado, acabaítos de salir.

De amarillo, toca madera.- Hoy la selección nacional juega en Viena (la mía, con manteca colorá sin tropezones). Y cuando todo el mundo había roto en llamarle La Roja, van y se visten los tíos de amarillo. ¡Con la mala suerte que da el amarillo! De amarillo nada más que puede ir el Cádiz C. F. de mis amores y mis tormentos, que proclama la gloria de la amarillez en el pasodoble-himno de Los Peperonis, de Manolito Santander: «Me han dicho que el amarillo/está maldito/pá los artistas». Veremos si el Amarillo España está maldito o no para estos artistas, y si el que tiene el nombre que rima con Sevilla vuelve a repetir ante Rusia su hazaña de la División Azul, digo, Roja de los 3 goles. De amarillo iba vestido el pobre Montoliú el día que lo mató el toro en Sevilla. Vamos, de «caña», como se le dice en el toreo al amarillo, para no mentarlo. Y en el fútbol al caña taurino se le llama, casi heráldicamente, «gualdo», por la color de la flor de la gualda, más amarilla que Los Amarillos que van a Chipiona. Puestos en cursi, a mí me gusta más la selección de gules que de gualdo. Coartada perfecta. Si perdemos no es culpa nuestra: es culpa del amarillo. Y al decirlo no hago periodismo amarillo.

Rusia ya no es lo que era.- Adelanto la consolación. No de Utrera: de Viena. Rusia ya no es lo que era. No digo lo que era en el primer partido, porque hoy juega ese ruso que tiene nombre de tetabrí de Don Simón: se llama el tío Savin (con casera). ¿Pero eso qué es, un futbolista o un tinto de verano? Rusia ya no es lo que era porque ni aquello es la Unión Soviética, ni los seleccionados son buenos comunistas como El Lolo, ni ná de ná. Los comunistas ya no están en Moscú, sino en el Ayuntamiento, cobrando el sueldo que apoquinamos los sevillanos. Así que si esta vez no hay gol de Marcelino, no se preocupen. El mejor gol se lo marcó a Rusia el Papa Juan Pablo II, cuando desmontó el comunismo de la URSS.

Mala puntería de almanaque.- Ayer Montoya enumeraba la cantidad de actos suspendidos hoy en Sevilla por coincidir con el partido de La Gualda ex Roja. Uno de los damnificados por la mala puntería de almanaque es Manolo Román, óle la dignidad y la elegancia en su forma de irse. Román se ha ido del Consejo como Julio Pérez Vito de la cara del toro tras clavar un par de cartel: andando, con toda majestad y empaque. Esta noche, la Real Maestranza entrega a Manolo Román su condecoración máxima, la Medalla del Rey. Y como es a las 8, y juega España, y Manolo Román ya no es el que tiene que dar más minutos de paso por La Campana, o un palco en la Plaza, o dejar que una de vísperas llegue a la Catedral, pues verá usted la bulla que va a haber (¡tararí, que el toro va a salir!). Será una radiografía cruel de una cierta Sevilla. Ojalá me equivoque y me tenga que comer este papelón, pero en la Maestranza podemos estar hoy los de la música y acá. Y como además no ponen una pantalla gigante para ver el partido, como en las elecciones de la Hermandad del Cachorro...

Manto camaronero.- Un macareno viejo que salió de armao me dice que su hermandad dio ejemplo de austeridad con la crisis mucho antes que Javier Criado, sacando a la Virgen de la Esperanza con el manto camaronero: «Mira cómo la Esperanza nunca tuvo el manto cigalero, ni el manto langostinero o el manto de las ostras de Arcade, con la de cajas y cajas de esas glorias benditas que Manolete Loreto podía haberle mandado a la Virgen.»

Chano, ponte güenecito.- Está ingresada en el Virgen del Rocío la sal de Cádiz. Está hospitalizado Juan Miguel Ramírez Sarabia. Que si tendrá gracia, que llamándose Juan Miguel Ramírez Sarabia, que es nombre de notario o de registrador, es Chano Lobato, nombre del arte y la alegría, tirititrán con apellido. Chano, hijo, ponte güenecito, que te necesitamos, porque eres el último de la saga de los Grandes Cantaores y Grandes Contaores de Cai, pues además de cantar como los ángeles cuentas las historias del Melu, de Pericón, del Beni o de Ignacio Espeleta con más gracia que las olas de la Caleta. Venga, a ponerse güeno, último baluarte de las murallitas de la gracia de Cai, Chano genial.

 

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