Pues más políticamente correcto no puede venir el Solsticio de Invierno. ¿No querían igualdad y paridad? ¿O era Igual Da y Paridas? Bueno, lo que fuere. Más iguales y paritarias no pueden venir las Pascuas. Al modo políticamente correctísimo y gramaticalmente imbécil de la chuminá de ciudadanos y ciudadanas, sevillanos y sevillanas y andazules y andazulas (que dice Chaves), este año tenemos El Portal de Belén y La Portada de Belén.
No me dirán que los hechos no son dóciles y no se adaptan a las directrices del Gobierno. ¡Ni que las Pascuas cobraran subvención, como el pesebre sindical! El masculino es Portal de Belén. Que es como también llamamos en Sevilla al Nacimiento, belén a secas es más bien madrileño. Eso por lo que respecta al masculino en la igualdad de género del Belén. El femenino de Portal de Belén, para compensar y poner más laica la cuestión, es La Portada de Belén.
La del «Lecturas». Reproducida por tierra, mar y aire. Es lógico. Media España es de la Asociación de Belenistas. Pero no de los belenistas que se dedican a poner nacimientos. La mayoritaria Asociación de Belenistas es la de partidarios y detractores de Belén Esteban, que estarán todos esta noche pendientes del «Sálvame Deluxe», donde dicen que la Princesa del Pueblo y Voz de España hará el solemne estreno de su cara nueva, vaya cara, bajando las escaleras como supervedé de revista de Colsada en el teatro San Fernando, con un porte que ni Norma Duval con todo su plumerío en el trasero.
Tras contemplar como media España la Portada de Belén, me digo como casi todo el mundo:
-Hay que ver el dineral que se ha tenido que gastar esta mujer para que le dejen la cara de Rociíto.
La nueva cara de Belén Esteban es la puesta al día de La Parrala. Unos decían que sí y otros decían que no: que si es o no es como Rociíto. Otros decían que no, y aseguran que era de La Palma, digo, que es como su ex cuñada La Jesulina, pero en barriobajero de Moratalaz en vez de en cateto de Ubrique. Hay incluso quienes sostienen que como se trata de la Princesa del Pueblo, la han dejado de modo que recuerda una jartá a Doña Letizia, la Princesa de Asturias, ¿será por princesas, colega?
Tengo mi teoría, estrictamente ecológica: la nueva cara de Belén Esteban forma parte de la lucha contra el cambio climático, dentro del programa de ¡fuera bolsas! Como han quitado las bolsas del Carrefú, han quitado también las bolsas de los ojos de Belén Esteban, que eran de Carrefú e iban a tardar 400 años en desaparecer si el doctor Ramón Vila no le cortaba las gandingas.
-¿Pero el doctor Ramón Vila no es el de los toreros?
Era. A partir de ahora no habrá más doctor Vila que el doctor Ramón Vila-Rovira, que es el que cura las cornadas del tiempo en la cara de las famosas. Como el fotochó del «Hola», pero con bisturí. Y sepan a quién se parece ahora de verdad Belén Esteban: pues a las otras que ha operado Ramón Vila-Rovira. Esto de las caras operadas de las señoras es como las escuelas escultóricas. Tú ves una escultura y a medio que sepas, dices si es de Martínez Montañés o de Juan de Mesa. Las señoras, que saben tela de esto de la cirugía estética, ven a una famosa operada y saben si es de Vila-Rovira o de Ivo Pitanguy. O de su taller. Como hay imágenes del taller de La Roldana, hay caras operadas del taller de Pitanguy. Cola va a tener ese cirujano, de señoras que quieren que les deje una nariz como la de Belén Esteban, y en el temor a que el labio se le quede como a Eugenia, dirán como el pobre de Paquirri en Pozoblanco: «¡Que llamen al Doctor Vila!». Rovira. Que tiene mucho mérito: ha dejado como a Rociíto a la que tenía toda la cara de El Fary.
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