Yo conocía a los agentes de la autoridad, a los agentes comerciales colegiados, a los agentes de seguros, a los agentes de la propiedad inmobiliaria, incluso a los agentes patógenos como los virus, que saben lo que son. Virus es lo que te dice el médico que tienes cuando no sabe lo que tienes, y si no es un virus esto tiene que ser fibromialgia. Los galenos (a quienes presento todos mis respetos, no vayamos a tenerla) deben de leer cada mes su "Vogue" de la Medicina, donde vienen las enfermedades de moda. De otra manera no se explica que el médico, si no te da con la tecla, te coloque un modelito "pret-a-porter", de serie, de la enfermedad de moda que esta temporada se lleva mucho: virus o fibromialgia.
Conocía a los agentes mentados, y al agente de la circulación, que antiguamente se llamaba El Guardia del Altozano. Pero de un tiempo a esta parte, en el "Marie Claire" de la política, que también existe, el que se lleva muchísimo es el agente social. Yo de mayor quisiera ser agente social. Qué vidorro que se pegan los agentes sociales. ¿Qué son los agentes sociales? Pues los sindicatos y la patronal. Más concretamente, los dirigentes de los sindicatos y de la patronal. Cuando el Gobierno quiere firmar la concertación o lograr un consenso, llama a los agentes sociales. Que no se crea usted que son sindicalistas de callo y madrugón, hartitos de trabajar, o patronos de pequeños comercios que están en su tienda desde que tenían 16 años y echan allí más horas que la maquinita de cargar las tarjetas de crédito. No. Los agentes sociales suelen ser unos sindicalistas que la última vez que vieron la espiocha fue en Leroy Merlín cuando fueron a comprar un cortacésped para la parcelita. Y unos empresarios que no tienen negocio conocido, sino que se han dedicado toda su vida a representar a los patronos, desde que empezaron en la Sección Económica de los Sindicatos Verticales de la Plaza del Duque, y si quieren, doy nombres.
Estos representantes de los trabajadores que no la han doblado en su vida, de liberados, y estos empresarios sin más negocio que la mangoleta que se traen son los agentes sociales que nos representan. ¿De qué viven los agentes sociales? ¿De las cuotas de sus afiliados? ¿Eso cómo va a ser, cómo vamos a cobrar cuotas? Se nos iría la gente. No, los agentes sociales viven de la mamela pública. Del pesebre. Igual que hay un PER del campo y un PER de las cofradías y un PER de las editoriales andaluzas y un PER del cine español, hay un PER de los sindicatos y de la patronal. El PER de los agentes sociales, sindicatos y patronal que viven de poner la mano al poder al que deberían enfrentarse.
Y si no lo creen, vean la última. La Junta ha dado 112 millones de euros a los sindicatos y a la CEA para cursos de formación. Esto de los cursos de formación sabe usted qué es: formación en orden cerrado. Los dirigentes de los sindicatos y de la CEA forman de tres en fondo para arrimarse al perol y llevarse la morterá de dinero público del que viven. No doy detalles del reparto de la tarta, por publicados en ABC el pasado jueves día 28. Sí le doy trabajo a mi calculadora de euros, que cuando dan una burrada en millones de euros parece que es menos. ¿Usted sabe cuántos son esos 112 millones de euros que se llevan CC.OO., UGT y la CEA? Pues 18.625 millones de pesetas. Métale usted el 15 por ciento de lícito beneficio industrial a 18.625 millones y verá cuánto pueden manejar en su provecho los mangones agentes sociales. Unidos todos por cierto en el arrimamiento al perol. La Junta, con el pesebre de los agentes sociales, ha vuelto a inventar el Sindicato Vertical, que también era un rebujito de trabajadores y empresarios. ¿Así quiere usted que arda en protestas Andalucía con el millón de parados? Vamos, anda, cuénteme ahora uno de indios y combois...