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Como es costumbre en el gremio, mi freiduría de cabecera, que es La Isla, la que está frente por frente a Casa Morales, en la esquina de la calle de la Mosca con la calle de la Mar (traduzco: Castillejo con García de Vinuesa) no suele abrir los lunes, como todo el ramo del pescado, por la vieja razón de que el Barranco no abre en domingo y no hay género fresco. Aquí hoy rompemos esa costumbre sevillana del gremio del pescado: damos un frito variado, como camión-escoba de la espuma de los días.
Mi artículo de los apellidos.- Lo habrán echado en falta quizá los lectores habituales de este rincón. No me ha dado la gana escribirlo, y eso que bien lindo me hubiera salido, hasta con citas de la copla, como aquello clásico de «Y sin embargo te quiero»: «Sabes que tienes un hijo/ y ni el apellido le vienes a dar». El orden alfabético puede hacer virtual hijo de madre soltera a media España, con el apellido materno por delante. Pero no sigo, porque si no quise, ahora tampoco quiero. Tampoco quiero escribir un artículo entrando al trapo de la cortina de humo que pone el Gobierno con esta chuminada de La Carlota e incluso de La Luisiana. Lo que quiere el Gobierno es que los articulistas escribamos de los apellidos, y no de los 4,5 millones de parados y de la ruina económica que nos han buscado para España.
Aizpuru.- Hablando de apellidos. Cuando todo el mundo festeja a Juana de Aizpuru, yo me acuerdo del buenazo de Juan Aizpuru, que le dio nombre y que fue uno de los primeros ecologistas que lanzaron la alarma por el Coto de Doñana. Juana de Aizpuru era entonces simplemente Juanita Domínguez y no había descubierto la pintura en la Barriada de la Liebre.
La madre de 10 años.- A la pobre gitanita rumana madre a los 10 años y a su familia se le han echado encima los fiscales y los protectores del menor de tres en fondo. Si esa niña hubiese abortado, quizá hasta le habrían dado un homenaje como la madre abortista más joven.
Ea, otro mitin.- A muchos parecerá que la nómina de pregoneros de la Semana Santa está repe, porque han nombrado a Cano Romero, que parece una errata de Caro Romero. Vamos, como yo parezco, jejejeje, una errata de Antonio Bustos. Pero no. Se trata de Fernando Cano Romero, vieja gloria de los poquísimos que se opusieron al Báculo Magefesa cuando había que hacerlo, y no ahora, que a moro muerto, gran lanzada. Con mi felicitación doy a don Fernando Cano la bienvenida al Club de Los Que Dimos Un Mitin en el Atril, del que es presidente Enrique Henares. Cano ha dicho que estarán en su pregón «las palabras drogas, aborto, eutanasia...» ¡Qué desfachatez! ¡Qué facha más grande, Dios mío de mi alma! ¡Cuidado que hablar de preceptos de la ley natural y de la moral católica en un sitio que no tiene nada que ver con la religión, sino con las bambalinas, con las candelerías y con el chero tachero! ¿Cuándo se ha visto que un pregonero repita lo que han dicho la Iglesia y el Papa, si esto es la gloria, sevillanos?
Los 20.000 hijos de Griñán.- Los que hacen las encuestas que dicen que el PSOE va de cráneo y el PP de cine no tienen en cuenta a los 20.000 hijos de Griñán, a los 20.000 enchufados que el presidente va a estampillar de funcionarios, pese a las protestas de los que se han currelado su plaza en las oposiciones. Multipliquen los 20.000 hijos de Griñán por el voto de 20.000 cónyuges, de 20.000 suegras, de 20.000 suegros, de 20.000 padres, de 20.000 madres, y verá usted si los estómagos agradecidos del Régimen igualan o no igualan las encuestas.
