ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Zoido en Ikea

No, no es que me haya encontrado a Zoido en Ikea comiendo albóndigas suecas, que es lo único que puedes comprar en Ikea sin coger el destornillador y sin tener que armarlo. Es que está en el aire la segunda tienda de Ikea en Sevilla (¡que sean dos de albóndigas suecas!) y sus 300 millones de inversión y sus 400 nuevos puestos de trabajo. Y Zoido está empeñado en que Ikea no se vaya, un poner, a Málaga, como tantas otras iniciativas que querían venir a Sevilla, pero que se hartaron de coles ante la cantidad de trabas que les ponían en el Ayuntamiento. Aquí no hay que desaprovechar una sola inversión ni la creación de un solo puesto de trabajo, dice Zoido. Que tiene una cosa muy clara: el PGOU está al servicio de los sevillanos y no al revés, que seamos esclavos del planeamiento urbanístico, habitualmente hecho por unos tíos que no tienen ni zorra idea de la ciudad, y a la tropelía de la Torre Pelli y su legalidad me remito. Zoido está empeñado en que no se pierda ni la inversión de Ikea ni los puestos de trabajo de Ikea, y dice una cosa muy sencilla: si hace falta cambiar el PGOU, se cambia. Con luz y taquígrafos y sin saltarse la ley, pero se cambia. El PGOU no da de comer a nadie. Y en Ikea pueden encontrar trabajo 400 padres de familia o hijos de familia que dejarán su condición de ninis.

Ikea, la verdad, es que, aparte de la segunda tienda, me da un juego maravilloso aquí en el artículo. A mí me sirve para quitarle importancia a la asignatura. Cuando un lector me dice:

—Hay que ver qué mérito el suyo, Burgos, escribir un artículo todos los días, lo difícil que tiene que ser eso...

Le respondo:

—Eso no tiene el menor mérito, es cuestión de oficio. Lo que de verdad es difícil y tiene mérito es montar un sofá de Ikea.

Ikea también me sirvió en la campaña electoral para Juan Espadas, de quien dije que era el Candidato Ikea, que el PSOE nos lo había mandado por piezas, pero que había que montarlo, porque no lo conocía nadie. Y ahí está el hombre, que no lo conocen ni aun después de haber perdido las elecciones.

Ikea me sirve como metáfora de este comienzo de mandato de Zoido. Lo que tiene delante de sí Zoido es mucho más difícil que montar no digo ya un sofá, sino una cocina completa de Ikea. De momento le tiene que preguntar todos los días a su delegada de Hacienda, como el que pide la cuenta en un bar:

—¿Qué se debe aquí?

Cómo será la deuda del Ayuntamiento, que Zoido no sabe todavía ni lo que se debe allí. Lo confesó la otra tarde en el Foro Joly. Cada día se encuentran una nueva deuda, con la que no contaban. Ya van por 600 millones de euros.

Y esto final no es de Ikea, sino deducción mía: Zoido está actuando muy inteligentemente, sin aplicar sus 166.000 votos como rodillo y sin alcaldadas, con mucha prudencia ante la oposición y un rojerío vecinal que está siempre deseando echarse a la calle para lo clásico de «alcalde, chorizo, te quedas con los pisos». Tan inteligentemente está actuando el alcalde en este comienzo de mandato, con las deudas que le han dejado y pese a cómo han dejado a Sevilla, que cada día se habla menos del PP en el Ayuntamiento y de la derechona en la Alcaldía, y cada vez se habla más de Zoido a secas. La eficacia de la persona por encima de las ideologías y de las siglas. Así es como Perico Rodri en Huelva o Teófila en Cádiz están durando de alcaldes más que un martillo en manteca.

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio