ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Pelli, licencia 007

SI yo tuviera confianza con don Maximiliano Vílchez, delegado municipal de Urbanismo, lo llamaría para preguntarle qué oculista tiene. Para no ir bajo ningún concepto. Porque don Maximiliano Vílchez debe de estar reparado de la vista. ¿Pues no que ha estudiado bien a fondo la licencia de la Torre Pelli y no ha visto en ella nada ilegal ni anormal? Cuando cualquier sevillano, simplemente yendo al Puente de Triana y mirando desde la barandilla hacia el Patrocinio, ve que la Torre Pelli ya tapa el Cerro de Santa Brígida, puesto que a todo correr y en plan de hechos consumados la llevan levantada por la Planta 8ª. ¡Yo creo que es algo! Y siguen y siguen con el cinismo de levantar contra el cielo de Sevilla una  torre absurda, disparatada, puesta en cuestión por cualquiera que tenga sensibilidad y dos dedos de frente. Torre que además no hace ninguna falta, porque es de locales de oficinas, y oficinas con el «se vende» y el «se alquila» hay en Sevilla superficies vacías tales que ni el campo del Sevilla y el del Betis juntos sirven como unidades de medida. En Sevilla hay Sáharas enteros de oficinas vacías y estos tíos de Cajasol, empeñados con lo que el propio Zoido calificó en su campaña de «caprichito». Y en plena crisis, tirando el dinero en ese rascacielos inútil e innecesario, en vez de dárselo en créditos a los autónomos y a los pequeños empresarios para que creen empleo y suba el PIB.

Pues nada de esto ve don Maximiliano Vílchez. Y el alcalde que manda en Maximiliano Vílchez, parece que tampoco. No ven nada ilegal en la licencia de la Torre Pelli en esta Sevilla donde ya sabe usted la que le ha liado el Fiscal de Patrimonio al promotor que levantó un ático de nada en la Casa de la Moneda. Decía Unamuno que en España puedes robar un monte, que no te pasa nada, pero vas a la cárcel si mangas un pan. En Sevilla te empapelan y te echan la perpetua si levantas un ático, pero si alzas 43 plantas, 43, contra el conjunto histórico de la ciudad, No Passssa Nada. ¿Qué licencia tienen para la Torre Pelli? Supongo que será la Licencia 007, licencia para matar la belleza de Sevilla, por eso don Maximiliano no ve nada anormal ni ilegal.

Y en lo que estos señores de los veinte concejales no ven problema es donde realmente se halla. El problema de la licencia de la Torre Pelli es la licencia en sí, el compadreo de los tíos que la dieron a mayor honra y gloria del faraonismo de una Cajasol en manos de su partido. La Torre Pelli hay que pararla por sí, no por España y la Humanidad. Por el mamotreto y el mamarracho que es, no por la excusa de la Unesco y la tontería del Patrimonio de la Humanidad. Hay que detenerla y tumbarla porque atenta contra Sevilla: «¡Párala ahí, que Derribos Pavón le va a cantar una saeta!». Y cuanto más se tarde en pararla, más costará en indemnizaciones. Cuando los que tendrían que indemnizarnos serían los de Cajasol a los sevillanos, por cargarse la ciudad con la complicidad de sus correligionarios sociatas que estaban en el Ayuntamiento y aún siguen en la Junta y en el Gobierno. El epistolar Zoido ha preguntado por carta a la Junta y el Ministerio de Cultura quién pagaría la indemnización que supondría parar la Torre Pelli. ¿Que quién tiene que pagar el desaguisado? Pues los responsables de la Licencia para Matar Sevilla. Apunte, señor Zoido: Monteseirín, Chaves, Griñán, la ministra de Cultura, Pulido, etc. Y de su bolsillo además, que es donde más les duele a los vividores del presupuesto. (Y hablando de parar disparates y de Derribos Pavón: ¿cuándo vais a exigir que se cumpla la sentencia de los tribunales para demoler la Biblioteca del Prado, hijos míos de mi alma de los veinte concejales?).

 

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