Que
levante el dedo quien pasando de niño por la Catedral con
sus padres o ya zagalón con los amigorros no se haya
columpiado en las cadenas de fuero de las Gradas.
-- Eso no es lo malo, usted. Lo peor es que hay algunos que
siguen columpiándose todos los días, y además sin cadenas de
la Catedral, porque están en el Ayuntamiento o en la Junta
tomando decisiones con lo más peligroso que puede haber: la
máquina de ideas geniales.
El día que dejemos quetecita la máquina de ideas geniales
empezaremos a dejar de tirar el dinero que seguimos
despilfarrando a uno y otro lado de la Avenida, en la Casa
Grande y en San Telmo, donde Valderas se va a gastar el
dinero que no tenemos para crear la Dirección General de la
Memoria Histórica. ¡Rabitos de pasas es lo que yo le daba a
Valderas, para que recuerde lo que dijo en la campaña sobre
los ERE, las responsabilidades penales y políticas y los
mangones del PSOE! ¿No quieres Memoria Histórica? Pues ahí
tiene memoria histórica de lo suyo. Ya que no han tenido
vergüenza para alcanzar el poder como cómplices del Partido
del Régimen que tanto criticaban, por lo menos que tengan
memoria.
Han robado una cadena de la Catedral. Una que está ante la
Puerta del Baptisterio que el estanquero de la Avenida,
Rafael Conde, barría personalmente con un escobón de Las
Pajanosas cuando empezaba la novena de la Virgen de los
Reyes, como homenaje personal a la Patrona. Dicen que las
cámaras de seguridad del SAS (con las que, ojo, seguro que
os graban a todos los manifestantes de bata blanca que vais
allí a protestar contra la Junta) han recogido el momento en
que dos tíos descolgaban la cadena y se la llevaban. No me
extraña. Aquí una noche llegan unos tíos con una espiocha y
una palanqueta y derriban la Giralda, y No Passssa Nada.
Total, de hecho ya han derribado la Giralda. A la Giralda ya
la han derribado en su protagonismo lírico, único e
histórico, del cielo de Sevilla, entre la Torre Pelli y el
Puente del Alamillo. No nos olvidemos del Alamillo: ese paso
de la Esperanza Macarena viniendo de Madrugada por la calle
Anchalaferia y al fondo, como un segundo techo de palio, el
pilar inclinado del puente... La otra noche envolvieron en
plásticos todas las estatuas últimamente colocadas y las
profanaron, incluida Sor Angela de la Cruz. ¿Han detenido a
alguien? No Passsa Nada. Ya digo, derriban la Giralda una
noche y los sevillanos ni nos coscamos. Y hasta seguro que
hay quien dice en la plaza de la Virgen de los Reyes:
-- ¿Pues sabes tú que esto sin Giralda esta pressssioso?
¡Mucho más bonito que antes, dónde va a parar!
Dirán que la cadena de la Catedral la han robado unos
rumanos. Culpa de nuestro paisano Trajano, por romanizar
Rumanía. ¿Unos rumanos? No creo. Yo tengo otra teoría, mucho
más verosímil. Decía que hay algunos políticos que siguen
columpiándose en las cadenas de la Catedral todos los días y
a todas horas con sus decisiones, como alicatar la zapata de
la calle Betis con un kilométrico azulejo de freiduría, o
como encabezar ahora la manifestación a favor de la Torre
Zoido, digo, de la Torre Pelli, cuando en su programa
electoral prometieron que la paraban si ganaban. Lo que ha
pasado con la cadena es que alguno de estos barandas se la
ha llevado como quien se lleva trabajo a casa, para seguir
columpiándose en su domicilio fuera de la jornada laboral.
De otra forma no se explica el desastre de esta Sevilla
donde parece que sigue Monteseirín. Y alguien dirá: "¿Que
han robado una cadena? No importa. ¡Vivan las caenas!". (A
lo mejor ha sido para tirar de la cadena. Tanta mierda como
hay aquí necesita una cadena bien gorda.)
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