Hay palabras que dan un pestazo a Monteseirín que tiran de
espaldas, y que no sé cómo sigue las sigue utilizando este
Ayuntamiento continuista al que los sevillanos dieron la
mayoría absoluta para que cambiara la ciudad. Como si
Monteseirín siguiera de alcalde, este Ayuntamiento sin
modelo propio de ciudad va a celebrar la Semana de la
Movilidad. ¡Qué horror de palabra, qué pestazo a mariscada
de gañote da eso de la Movilidad, prima de la Sosteniblidad,
otra camelancia progre! ¿No pueden ustedes volver a usar
palabras sevillanas clásicas de toda la vida, joé, como
Tráfico o Circulación? En la guerra del lenguaje ¿por qué
tienen ustedes que ser derrotados por sus adversarios y
hablan exactamente igual que ellos?
A mí me encantaría poder celebrar la Semana de la
Movilidad... si se pudiera uno mover por Sevilla. Por
Sevilla no se puede uno mover. En transporte público, ni te
cuento: Sevilla, por ejemplo, se ha creído que tiene Metro y
no lo tiene. La que tiene Metro es Dos Hermanas, donde está
Montequinto; y la que lo tiene es San Juan de Aznalfarache,
donde está Cavaleri y toda esa parte. El Metro pasa por la
Puerta Jerez porque es la distancia más corta entre
localidades gobernadas por el PSOE, Dos Hermanas y San Juan
de Aznalfarache, no porque a la Junta le interesara en
absoluto que el Metro pasara por Nervión o, lagarto,
lagarto, por República Argentina, que según ellos es un nido
de votantes fachas del PP. (Por eso le entierran el Metro a
Sevilla, porque sus pueblos mimados ya lo tienen.) Eso por
no hablar de Tussam. Y del coche particular, ni te cuento.
Salvo la derogación del Plan Centro, el Ayuntamiento de los
20 Concejales, 20 y Una Torre Pelli sigue a rajatabla con la
Cruzada Contra el Coche de Monteseirín. Ni la Ronda ha
vuelto a ser de doble sentido, ni han devuelto los dos
sentidos de circulación a Eduardo Dato y a Luis Montoto. Y
siguen quitando aparcamientos en las obras que hacen,
estrechando calles y suprimiendo aceras. Verbigracia:
Sánchez Bedoya, recién reformada por ellos a la
monteseirinesca usanza.
Y en cuanto a Movilidad del Peatón, para hartarse de llorar.
Aquí, mucho Carril Bici, mucho Carril Bus, mucho Carril
Taxi, pero de Carril Peatón, nada. Al peatón, que le den por
saco en la Avenida entre tranvías, bicis, patinadores y
veladores. Juan Robles podría repetir la famosa frase de
Fraga: "La calle es mía". La calle es de los 10.000
veladores de los 4.000 bares, la principal industria de
Sevilla. Como la General Motors para Estados Unidos, lo que
es bueno para la Hostelería es bueno para Sevilla. Con la
coartada de siempre: "Es que los bares dan muchos puestos de
trabajo". Pues más puestos de trabajo daban los Astilleros y
daba Hytasa, y los cerraron. Sevilla, salvo Abengoa, Airbus
y las cajas de cambio de la Renault, ha perdido su tejido
industrial. Sevilla ha dejado de ser la gran capital
agraria, ya no vive del campo, cada vez más ruinoso. Sevilla
vive del aire, como los camaleones: de los servicios. Pero
entendidos como los servicios de señora y los servicios de
caballero de los bares, pues aquí el Sector Servicios ni
siquiera es el hotel, es el bar. ¿Tanto deja el turismo de
velador, paella y sangría? ¿Dejan dinero en Sevilla unos
hoteles que tiran las tarifas por la competencia, que son de
cadenas de por ahí, donde vienen turistas empaquetados por
mayoristas que pagan en sus países y a los que trasladan
compañías aéreas extranjeras? La cacareada economía de
servicios no es otra que el bar con tantísimos veladores que
no dejan andar al peatón por Mateos Gago, por la Avenida,
por Alvarez Quintero, por Conteros, por Santa María la
Blanca. Ojalá celebraran la Semana de la Movilidad quitando
los veladores de las aceras de la calle Mateos Gago, en
homenaje a las madres con carrito de niño chico. ¡Carril
peatón, ya!
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