Sería interesante que la pujante empresa de los autobuses
turísticos colorados de dos pisos (vulgo los niños de Ramón
Ybarra) pusiera un recorrido por los edificios abandonados
de Sevilla, a mayor honra y gloria de la Junta, que la tiene
tomada con nuestra ciudad, a la que putea. (Sí, he dicho
"putea": ¿pasa algo, en esta tierra del No Passssa Nada?).
El alcalde de Málaga no la tiene tomada con Sevilla tanto
como la Junta. La Junta es como el alcalde de Málaga, pero
tirando el dinero en otras provincias y escatimándolo a
Sevilla.
Ese recorrido podría empezar en la Fábrica de Artillería,
para que se viera lo que es un edificio monumental
abandonado a su suerte. Luego podría deternerse en el
Mercado de la Puerta de la Carne, y hacer inmediatamente
estación en la antigua ídem de San Bernardo, para que los
turistas pudieran admirar el culto del sevillano a lo
efímero y provisional. Lo provisional forma parte de la
Sevilla Eterna. Las "instalaciones provisionales" de La
Encarnación duraron desde 1973 a 2012. Esto de las
"instalaciones provisionales" de las plazas de abastos es
tela de clásico. En su visita a la antigua Estación de San
Bernardo, los turistas a bordo del autobús colorado de los
niños de Ramón Ybarra podrían admirar cómo los placeros del
cerrado y abandonado Mercado de la Puerta de la Carne están
allí instalados definitivamente con visos de provisionalidad
o provisionalmente con visos de eternidad.-
La ruta de los edificios abandonados podría ir luego a las
Atarazanas, donde los mismos catalanes que culminaron la
obra del malhadado Pulido consolidando la Torre Pelli como
agresión impune al cielo de Sevilla, quieren ahora
desnaturalizar El Arenal añadiendo al edificio alfonsí una
terraza para restaurante en loor de Juan Robles; ya saben,
lo que es bueno para Juan Robles es bueno para Sevilla. Por
cierto, en la Sevilla de los duales dice Rogelio el de
Trifón que hay ya dos rampas: la Rampa del Salvador y la
Rampa del Postigo, donde los de los 20 Concejales,20 le han
enmendado la plana a las mamarrachadas de Monteseirín y han
dejado el Arco de la Pura y Limpia que no lo conoce ni
Angela la Calentera.
De la calle Dos de Mayo la ruta podría seguir a La Gavidia,
para admirar el abandono de la antigua Jefatura de Policía,
en cuyos calabozos por cierto, durante el franquismo,
dormimos detenidos por pedir la democracia los liberales a
quienes los mamones éstos de la mamandurria nos llaman ahora
fachas, cuando ellos bien escondiditos y callados que
estaban: hasta las mismísimas trancas. Y de La Gavidia, a
las dos últimas mayores monstruosidades de la Junta con
Sevilla: al solar del Equipo Quirúrgico en El Prado y al
Hospital Militar en Pineda. ¿Por qué aquella prisa de la
Junta en derribar el Equipo Quirúrgico para hacer un Centro
de Alta Resolución sobre el que no ha resuelto nada? ¿Por
qué cerraron con sus quirófanos y sus consultas funcionando
perfectamente un Equipo que aliviaba las urgencias del
Virgen del Rocío? ¿Qué se hizo con su contenido, sus
quirófanos, sus aparatos? ¿Es cierto que el Ayuntamiento
social-comunista los mandó a Cuba? ¿Y por qué lo derribaron?
¿Sería para quitarse de enmedio al personal, como cuando
cerraron de prisa y corriendo el Hospital de las Cinco
Llagas diciendo que estaba en ruinas?
En estas dudas andarán los turistas cuando el autobús los
lleve al Hospital Militar. Otro hospital de sangre, porque
chorrea sangre que Sevilla cierre sus hospitales cuando
funcionan divinamente, como el Equipo Quirúrgico o el
Militar, mientras las colas de las listas de espera del
Virgen del Rocío llegan a la también abandonada Casa Rosa.
Si esos dos hospitales estuvieran en Málaga, anda que iban a
estar cerrados y abandonados enseguía... Además; si el
Militar funcionó perfectamente hasta el último día, ¿para
qué tuvieron que meterse en reformarlo? Ay, la manteca
colorá...
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