ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Gaudium Magnum

      
  • Nunca tantos supieron tanto del cónclave y de la elección de Papa. Nunca circularon por Internet y por los teléfonos móviles tantos chistes gráficos (malos y fáciles) sobre el Papa y las papas, y sobre la conveniencia de que el elegido sea español, garantía de que no dimitirá. En esta elección de Papa se ponen frente a frente dos mundos: las nuevas tecnologías y la globalización, frente a la Iglesia de siempre, con su chirrín, chirrán en la Capilla Sixtina y la fumata blanca y la fumata negra como medio de comunicación...
    -- O sea, Burgos, que en este mundo de las nuevas tecnologías y de las autopistas de la información los cardenales usan para comunicarse desde la Capilla Sixtina el mismo sistema que los indios de las pelis: señales de humo.
    Sí: ¡no haber gran jefe, humo negro, jao! Pero aquí no viene el Séptimo de Caballería, sino la Guardia Suiza, que tiene un casco que cada vez que lo veo me acuerdo de Hernán Cortés, pero el que quemó sus naves para la conquista de la Nueva España, no el que ha pintado el cartel de los toros. Eso es lo bonito: las señales de humo frente a los SMS. Me fascina el carácter ceremonial de este mundo maravillosamente tradicional del cónclave: las fumatas, el sigilo, el latín como lengua ecuménica, la solemnidad vaticana, todo como en un inmenso Pentecostés sin Rocío, bajo la inspiración de la paloma blanca del Espíritu Santo sin Blanca Paloma. Y frente a este mundo clásico, como decía, el Conclave Tres Punto Cero: las nuevas tecnologías, los cinco mil periodistas acreditados, la web del Vaticano y el Twitter de "@pontifex" como Anillo del Pescador en la red de redes. Hasta que en la balconada de la columnata de Bernini suene la voz del protodiácono: "Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam: Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum..."
    Antes de que esa voz suene, el cronista se mete a cardenal protodiácono de mentirijillas para proclamar en latines ceremoniales unas cuantas supremas verdades de Sevilla:
    Annuntio vobis gaudium magnum: hoy es luna nueva y ya queda menos para que la luna llena del día 27 alumbre en la noche del Arenal la verdadera Pietá, que es la del Baratillo, qué Miguel Ángel ni Miguel Ángel.
    Annuntio vobis gaudium magnum: ya mismo va a estar la primera en La Campana.
    Annuntio vobis gaudium magnum: aunque anden lluviosos estos días, esta luz es ya la luz verdadera del Dios verdadero del credo del sevillano en los días del gozo.
    Annuntio vobis gaudium magnum: ya se ha celebrado el Cabildo de Toma de Horas, que es la puesta en marcha del reloj de San Lorenzo para que suene exactamente a la hora en que tiene que salir la cruz del guía del Señor de Sevilla, ay, con sus dos faroles de plata.
    Annuntio vobis gaudium magnum: en los escaparates de las confiterías, una flota de torrijas navega ya invencible por los quietos mares de la miel y del almíbar.
    Annuntio vobis gaudium magnum: ya se ven muchachos con el cartón de su capirote bajo el brazo, que acaban de recogerlo en la Alcaicería.
    Annuntio vobis gaudium magnum: los coroneles del Rinconcillo ya están en orden de batalla, dispuestos a mandar regimientos enteros de soldaditos de Pavía en los días de vigilia.
    Annuntio vobis gaudium magnum: los palcos de la Plaza ya se han mojado, señal de que cuando llegue La Paz estarán ya secos toda la Semana Santa.
    Annuntio vobis gaudium magnum: los naranjos están deseandito ponerse nevados de flores blancas.
    Annuntio vobis gaudium magnum: en la proverbial humildad franciscana, pasados sus cinco días de pavonearse en el protagonismo de la gloria mediática, Amigo Vallejo dejará de hacer gracietas por prensa, radio y televisión en Roma a costa del Espíritu Santo.
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