ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


A.M.D.G.

  En el proceso de elección del Papa Francisco I ha habido muchas pruebas de la existencia de Dios. (Los antiguos alumnos de la Compañía estamos especialmente contentos de ellas. Un Papa jesuita. El trabajo por la excelencia y la perfección está garatizado.) Confirmaciones de que "Dios está arriba", como se dice popularmente en Sevilla. La más decisiva de todas estas pruebas no es teologal, sino estética. A Dios le gusta ir siempre por el plan antiguo. Todo lo ritual relacionado con Dios y con la Fe es siempre por el plan antiguo. Es un prodigio de la Cristiandad comprobar en el Vaticano cómo el latín se sigue manteniendo allí como lengua litúrgica, a pesar de que la fiebre del entonces llamado "aggiornamento" acabó con ella en la misa y en las iglesias tras el Concilio Vaticano II, hasta el punto de que hoy los seminaristas apenas lo estudian. Habría que declarar Bien de Interés Cultural los lugares donde se conserva el culto en latín. Por ejemplo, la iglesia del Santo Ángel, donde tras el Manifiesto del Santísimo los fieles entonan el "Tantum Ergo Sacramentum" y el sacerdote oficiante de la bendición sacramental reza las preces finales en latín. Como Dios manda. Como Dios entiende.

Y en el Vaticano se sigue manteniendo, con el esplendor de la liturgia, todo el ornato reverencial de las vestiduras talares, en esta Iglesia donde los curas van de trapillo, vestidos de teramare, y entras en una iglesia y ves a un señor por allí brujuleando, y no sabes si es el párroco o un fontanero que va a arreglar un salidero de agua en la sacristía. Yo no me imagino a un cardenal de la Iglesia en chándal bolivariano, por muy sudamericano y partidario de la teología de la liberación que sea.

Si maravilla fue el misterio de la aparición del Papa jesuita en el balcón, Ad Maiorem Dei Gloriam, más la entrada del Colegio Cardenalicio en la Capilla Sixtina. ¡Qué paseíllo! Ni el mejor diputado mayor de gobierno de las cofradías sevillanas lleva por la calle un cortejo como el de los cardenales desde la Paulina a la Sixtina, y eso que nuestra Semana Santa tiene mucho de Vaticano en la calle. Por eso todas las películas sobre los Papas no acaban de tener verosimilitud. No hay mejores actores que los propios cardenales o que el propio pontífice electo. Que no ensayan. Los actores ensayan, los futbolistas entrenan. Los cardenales, como los nazarenos, no ensayan, y ya vieron la perfección de sus andares, qué ritmo, qué compás. Verdaderamente "andante maestoso".

Y al final, pero no lo último, la fumata y los colores. Me encanta que en el Vaticano no haya entrado el relativismo de lo políticamente correcto, la tontería del igualitarismo. Lo blanco sigue siendo blanco y lo negro, negro. Colores a los que nadie ha desprovisto de su carga significativa: peyorativa el negro, positiva el blanco. El Papa va de blanco. Si fuera por los nuevos inquisidores de la dictadura de lo políticamente correcto, hacía ya muchos cónclaves que se había quitado el sistema simbólico del humo blanco y el humo negro. Hubieran puesto megafonía. O hubieran invertido el simbolismo cromático, que el negro fuese lo bueno, lo positivo y el blanco, pues todo lo reprobable. Los progres, si mandaran en el Vaticano, ya hubieran impuesto llamar subsahariano o afroamericano al humo negro de las fumatas. Lo negro mantiene en el sistema simbólico vaticano un significado que nadie pone en duda. El humo negro es bien negro. Tan negro, que ayer un amigo mío gaditano me llamó para otra cosa, me preguntó si había visto la fumata de la mañana, y me dijo:

-- ¿La has visto, no? El humo más negro del muuuundo. Vamos, como que yo creo que los cardenales han venido a Cádiz para ver cómo cortan el Puente Carranza los de Navantia y se han llevado para Roma un cargamento bueno de neumáticos usados para quemarlos con la fumata negra.

El de la fumata negra era humo de neumáticos quemados en barricada de Navantia en el Puente Carranza. ¡Qué jumarea! Negro de toda negritud. Nada de subsahariano ni de afronorteamericano. Negro. Y luego, el blanco de la serenidad porteña del Papa jesuita que confirma que Dios está arriba y cuida especialmente la estètica de las cosas de su Casa.

-

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio