ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


El deporte de Montoro

Igual que hay profesiones de riesgo, el presente es un artículo de máximo riesgo. Incluso estaba por hacerme un seguro antes de empezar a escribirlo. Yo es que le echo un valor... ¿Pues no que se me ocurre dedicarle el artículo a Cristóbal Montoro cuando precisamente acaba de anunciar que va a mandar a los medios informativos sus inspectores de Hacienda de tres en fondo?

Colijo que Cristóbal Montoro no está evidentemente incluido en la cesta de la compra por la que se saca el IPC. Como cada vez que habla Montoro sube el pan, y no vean cómo se iba a poner de alto el IPC. Montoro es muy aficionado a un deporte popular. Digo "popular" no porque sea como los que los vascongados practican, arrastrar piedras y cortar troncos, o como los bolos montañeses, no. El deporte popular de Montoro es Popular por el acarajotado partido de tal nombre. Deporte oficial del PP. ¿Cuál? Montoro no arrastra piedras: las tira contra su propio tejado. Su deporte es tirar piedras contra el propio tejado de los votantes del PP en la Feria y en las Fallas a base de mandar inspectores de Hacienda.

En las elecciones que dieron la presente (y olvidada) mayoría absoluta al PP, Montoro salió elegido diputado por Sevilla. No porque despertara aquí especiales entusiasmos, ni porque tenga absolutamente nada que ver con Sevilla. Salió diputado por Sevilla por obra de las listas cerradas...y porque ni Arenas ni Rajoy encontraron a nadie mejor que poner de número 1. ¿Y cómo agradeció Montoro a los sevillanos que lo votaran como diputado por su circunscripción? Pues "a mi manera", como Frank Sinatra: mandóles los inspectores de Hacienda en tropel a las casetas de la Feria de Abril. Las casetas no las ponen precisamente los asaltamercadonas de Sánchez Gordfillo, sino más bien el pijerío del PP. Salvo en las municipales casetas de distrito, tú entras en una caseta y allí, como canta la sevillana, huele a manzanilla, a capote de torero...y a votos del PP. Pues nada: es tan hábil este Montoro que allá que fueron sus inspectores por la Feria, pidiendo facturas, para ver si el fontanero que puso el retrete de la caseta pagó el IVA o no lo pagó. ¡Tequiyá al ca...tastro, Montoro!

Y como Valencia "es la tierra de las flores y de Rita Barberá", que cantaba el genial Tip, y como allí votan al PP para el Ayuntamiento, para la Generalidad y para todo lo que haga falta, pues ¿qué hace Montoro ante las Fallas? ¿Qué va a hacer? Lo torpe deporte de cada fiesta: tirar piedras contra su propio tejado. Montoro es medallista olímpico en tirar piedras contra el tejado del PP y sus votantes. En aplicación de esa afición, todos los votantes de las comisiones falleras están recibiendo la ya tradicional visita de los inspectores de Hacienda, como ocurre en todas las fiestas de las ciudades cercanas al PP. Mira cómo a Pamplona no manda inspectores por los Sanfermines... Mira cómo a las herricotabernas de Bilbao no les pide en la Semana Grande las facturas del chacolí, para ver si lo compraron con IVA o sin IVA. ¡Tequiyá al ca...tastro, Montoro!

Se acerca la Semana Santa. ¿En qué ciudad próxima al PP caerán en tromba los inspectores de Montoro para amargar la fiesta a sus votantes? ¿En Valladolid, en Zamora, en Huelva, en Sevilla? Es que estoy oyendo al capataz de la Macarena mandando a los costaleros: "Pararla ahí, que este inspector que nos ha mandado Montoro quiere ver si hemos pagado el IVA de las flores y de la cera de la candelería del paso". Digo la Macarena porque como Javier Arenas es hermano de la cofradía, no se escapan ni con alas del ángel del Señor que anunció a María y concibió al Gran Poder por obra del Espíritu Santo.

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