Como las dos que están bailando de una copla del Pali, pero a lo divino, hoy salen Rocío y Reyes. Las dos Divinas Mocitas de Andalucía la Baja que nombre la dieron a tantas y tantas de sus mujeres.

-- Le falta otro nombre nuestro de mujer.

-- ¿Cuál?

-- ¡Macarena!

Es lo mismo. Macarena, en Almonte, se escribe Rocío. Macarena, cuando el sol de la mañana da las 8 en punto entre nardos y jarras de azucenas de la Giralda, y campanas que voltean, y abanicos que bambolean el amanecer, se escribe Reyes. Y las dos, la Misma, la Divina Mocita Pura y Limpia de mi Postigo, que es también la del otro Arco cabe la muralla, salen de forma que verlas se puedan las dos en el mismo día, aunque más de quince leguas las separen. Amanecer de Catedral cuando Reyes salga; anochecer de Chaparral cuando Rocío llegue bajo un Vaticano efímero de blancas flores de papel y de cúpulas que ya las hubiera querido trazar Brunelleschi. Reyes saldrá de Reina; Rocío, de Pastora. Reyes llevará manto y corona, como la letra de una sevillana decimonónica que estuviera pidiendo puentes de Triana y mantones de Manila que te arrastran. Rocío ya se quitó sus ropajes regios, los de Soberana de la Marisma, y se va a poner cualquier cosa para el camino que le espera: un blanco capote de viaje, como Dama Suprema de la Corte de algún Rey de la Casa de Austria que viniera al Coto de cacería. A Reyes le dará el sol en la cara. A Rocío le dará la noche, y al alba se la cubrirán. Las abuelas almonteñas con su plata serán las mismas abuelas sevillanas de abanico y suspiro al pedir las tres gracias.

Y a las dos las igualará el camino. La marisma será el mejor cahíz de tierra del mundo y las Gradas serán Chaparral hacia la Rocina. Esas marismas azules que se pierden en el cielo que ya encontró su cantor Juan de Dios Pareja-Obregón vendrán hoy de mañana hasta el otro mejor cahíz, hasta el amanecer de la Puerta de los Palos, para ser, como en Almonte para Rocío, las cúpulas y bóvedas de cañón y escopetazos de las blancas flores de papel, un palio para Reyes. Y aunque no se lo crean, porque aquí hay que partir el mapa y tirar sus trocitos como una petalada de barrio o de pueblo, las dos, Rocío y Reyes, recorrerán el mismo camino. Irán desde Ellas a Ellas mismas, desde los suyos a los suyos, en torno a la Catedral de la Marisma o a la Marisma de las Gradas, ¿qué más da?, si por Ella los reyes reinan y eso sería porque Goro Medina la encontró una mañana que bajó de los cielos para ser Reina y Madre de Andalucía.