Razones todas por las cuales estaban del salón en un ángulo oscuro y de su dueño con toda seguridad olvidadas las impresoras en color que hacían antaño las pegatinas del "No a la guerra", ¿Y qué hacemos con estas máquinas que están aquí muertas de risa y sin ninguna utilidad? Ah, ya está: como por vez primera en la Historia de Andalucía (que no en la de España) una señora va a ser investida como presidenta de una comunidad autónoma, reciclemos las impresoras del "No a la guerra" y fagamos una pegatina tal que los siglos venideros nos tomen por lo que somos: "Todas somos presidenta".

Y así fue. Ya vieron la fotografía de las feministas de guardia, acudiendo urgentemente en socorro de la vencedora. Yo he visto en ABC la foto en la que lucen en su pecho orgullosas la pegatina tres de ellas: doña Aurora Atoche, doña Rosa Aguilar y doña Amparo Rubiales. Curiosamente, las dos últimas son como un símbolo del actual gobierno que llevó al poder en Andalucía el pacto entre los perdedores de las elecciones que ganó el PP, aunque sin mayoría absoluta. Digo que las señoras Aguilar y Rubiales son un símbolo de la coalición PSOE-IU porque ellas mismas son una coalición de sus propias biografías. Procediendo ambas del Partido Comunista, por la que la primera fue incluso alcaldesa de Córdoba, parece nunca hubieran abjurado de la hoz y el martillo y hubiesen sido más del PSOE de toda la vida que la gorra de Pablo Iglesias. Arrimándose al perol del poder del PSOE parece que se olvidaron del periodo comunista de su biografía, hasta que el final se encontraron con Valderas el del butano y las subastas que también es ya de los nuestros como vicepresidente.

"Todas somos presidentas", dice la pegata de estas señoras instaladas en el poder desde tiempos del Rege Carolo... ¿Todas? No, señoras: no todas son presidentas. Ni cobran trienios de poltrona como ustedes. ¿Son también presidentas, acaso, las andaluzas que están en el paro? ¿Son también presidentas las andaluzas que tuvieron que irse a trabajar a Alemania porque aquí no encontraban nada a pesar de su licenciatura, sus másteres y sus tres idiomas? ¿Son también presidentas las mujeres del PP que dignamente sirven a sus pueblos siendo alcaldesas de ayuntamientos a los que dejasteis sin un duro, y me estoy acordando ahora de Palomares del Río y de Lola Rodríguez?

Esto de "Todas somos presidentas" me suena a otra pegatina de antaño: "Yo también he abortado". Es como si estas señoras se autoinculparan del delito de la Investidura del Paripé y de los 22.000 avales a la búlgara para suplir la presunta falta de preparación de doña Susana, y prestaran su experiencia a la que tardó 10 años en terminar Derecho. Seguramente me tacharán de feminista, pero la pegata me parece tan ridícula como si yo me pusiera un adhesivo que dijera: "Yo también soy Bale". Ya quisiera yo trincar el mangazo que Bale ha pegado. Ojalá.