ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 23 de junio de 2015                 
                                
 

En la parta superior de la foto de la fachada principal de San Telmo, antiguo Seminario, se ve el círculo del reloj con la hora de la Catedral que mandó tapiar el Cardenal Ilundain para no tener que sincronizarlo con el de la Plaza, que marcaba la hora oficial de Madrid.

La hora de Sevilla

Usted sabe qué son las coordenadas geográficas de un lugar, ¿no? Son las que nos dan su longitud y latitud. Su latitud con respecto al Ecuador y su longitud con respecto al Meridiano de Greenwich. Así, sabemos que Sevilla está a 37°22'38" Norte de latitud y a 05°59'13" Oeste de longitud. Y su huso horario es el oficial de los relojes de España; o sea UT +02:00.

Perdonen el coñazo geográfico que acabo de darles, porque esto va de la hora de Sevilla y estamos recién pasados el Solsticio de Verano, con estos hermosísimos días laaaaaargos de magnolias, amarillas tipuanas en flor y novilladas en la plaza del Arenal con los focos encendidos. No sé si se han viajado en estas fechas al Algarve portugués: a esa Andalucía de la nación hermana y vecina que con tanto acierto representa aquí el cónsul don Jorge Monteiro. Si han ido por estos días al Algarve, habrán comprobado de Montegordo a Sagres que allí anochece todavía más tarde que en Sevilla. Que allí los días son aún más largos. Y es natural. Están mucho más a Poniente que nosotros. Con razón tienen allí una hora menos. Que es la que deberíamos tener en Sevilla. Sevilla está a 5 grados Oeste del meridiano de Greenwich. ¿Y por qué hemos de tener aquí, un poner, la misma hora que en Almería, que está a sólo 2 grados Oeste? En Almería anochece lo menos media hora antes. Tres paralelos son muchos paralelos, y se nota. Mientras que en Almería estarían muy bien con el horario oficial actual, a nosotros nos pegaría más el de Portugal.

O la hora de Sevilla. Que existió hasta tiempos del Cardenal Segura: hasta el 15 de marzo de 1956. En Sevilla había una hora por el huso y el uso de Madrid, la del reloj del Ayuntamiento, la oficial de España, y había otra, la del reloj de la Catedral, que era mucho más real, porque correspondía no a los 3 grados de longitud Oeste del meridiano de Madrid, sino a los 5 de nuestro Meridiano de Sevilla. ¿Qué significaba eso? Pues que el reloj de la Catedral iba con diez minutos de retraso con respecto al del Ayuntamiento. No iba con retraso: iba como tenía que ir, por nuestro meridiano. Y esta hora de la Catedral, la verdadera hora de Sevilla, era la que regía para toda la Iglesia hispalense. Las misas de 10 empezaban a las 10 y 10 por la Plaza...pero a las 10 por la Catadral. Y esa misma hora de la Giralda era la que tenía el reloj del crucero de la Catedral, y el reloj del Seminario, y los relojes del Palacio Arzobispal. En el colegio de la Doctrina Cristiana entrábamos a las 9 por la Catedral, que eran las 9 y 10 por la Plaza. Y cuando te preguntaba la hora y la decías, precisaban:

-- ¿Por la Plaza o por la Catedral?

Los canónigos, así, podían llegar puntuales a coro aunque fueran diez minutos después de sonar las 9 y media en el reloj del Ayuntamiento. En la fachada principal de San Telmo, como era el Seminario Diocesano, había un reloj con la hora de la Catedral. Que cuentan que miró en los años 20 cierto político madrileño muy influyente que iba con prisas camino de coger el tren de regreso en la estación de San Bernardo. Tren que perdió, porque creyó que aun le sobraban 10 minutos para la llegada del exprés, cuando eso era por la hora de la Plaza. Indignado, protestó al gobernador, quien trasladó la queja oficial al Cardenal Ilundain. Quien para no ceder a lo que le pedía el Poncio, que la hora de San Telmo fuera sincronizada con la Plaza para que los ministros de Madrid no perdieran el tren, ¿saben lo que hizo? Pues que tapió el reloj de la fachada de San Telmo y listo. Pero la Iglesia siguió con su hora.

Moraleja.- Pero no moraleja de fábula a lo Samaniego, sino moraleja sevillana, moralizante con tinto de Casa Morales. Ahora, que ya no existen dos horas distintas en Sevilla, y que el reloj (político) de San Telmo marca con Susana Díaz la misma hora que el de la Plaza con Juan Espadas, a ver si la Junta de Andalucía, al modo del político madrileño que perdió el exprés, deja de dar por saco al Ayuntamiento con sus vetos y no paraliza más proyectos productivos para la ciudad.

 

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