ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 17 de junio  de 2016               
                             
 

Un año de Espadas

Se ha cumplido un año de la toma de posesión de don Juan Espadas como alcalde de Sevilla y se me ha echado el tiempo encima. Y no he echado mi cuarto a idem, mi cuarto a Espadas. Así que desenvaino...

-- Oiga usted: eso de "desenvaino", ¿qué significa? ¿Que ya no es usted un vaina que se mete con el alcalde que vaya habiendo, sea Monteseirín, sea Zoido, sea Espadas?

No, "desenvaino" significa que saco de su tahalí la espada desnuda del Voto del Silencio (vamos, laspasnúa) y me dispongo a hacer lo que tantos tiesos en Sevilla: pegar un sablazo. En este caso, sin quebranto de carteras ni promesas de pago al-ya-te-veré, sino en plan "fiel espada triunfadora", letra de la zarzuela "El huésped del sevillano" que casi nadie sabe que con música del maestro Jacinto Guerrero escribió el fundador de ABC de Sevilla: don Juan Ignacio Luca de Tena, el Marqués de Luca de Tena a quien ignominiosamente el Ayuntamiento de Monteseirín y del Tío de la Mariscada le quitó la calle que tenía junto al Virgen del Rocío, dedicándosela a su padre, Don Torcuato.

Así que con la fiel espada desnuda en la mano, me entra la duda no del siglo, sino del año. Del año que lleva Espadas de alcalde. Buen camino la duda para llegar a la verdad, si ponemos el GPS del libro de Rafael Montesinos: "La verdad y otras dudas". Mi duda consiste en que no sé en qué grupo encuadrarme, entre las dos corrientes de pensamiento que hay sobre cómo lo ha hecho el alcalde Espadas en este año de mandato tras su Pacto de Perdedores con IU y la franquicia local de Podemos, pues las elecciones las ganó el de los 20 concejales, 20...más desaprovechados como mayoría absoluta de toda la Historia de Sevilla. Esas dos corrientes de pensamiento sobre el alcalde son las que dicen, a saber:

1.- El alcalde Espadas no lo está haciendo mal.

2. El alcalde Espadas no lo está haciendo. Ni bien ni mal. No está haciendo nada.

Quiero tirar por la calle de enmedio (que no está todavía levantada por Emasesa) para decir que lo mejor del alcalde es que no sabe si lo está haciendo bien o haciendo mal. Que se ha confundido con el paisaje, cual el uniforme "de árido" como los militares llaman a lo que los paisanos decimos "de camuflaje". Hay un alcalde que le cae de putamare a la derecha más rancia y capillitona, y ese mismo alcalde le cae también del carajo de bien a la izquierda que pisa la raya de picadores de los antisistemas. ¡Con qué habilidad complace a sus socios radicales de izquierda que lo llevaron a la Alcaldía y contenta al mismo tiempo al Consejo de Cofradías!

Como suele ocurrir con todos los alcaldes, prometió en la campaña lo que luego no hizo. Eso hasta se cantaba en una sevillana corralera clásica: "Que de lo dicho no hay ná". Zoido prometió que paraba la Torre Pelli y, ya ven, se fue hasta San Petersburgo, con lo lejos que está San Petersburgo, para defenderla como heraldo del Virrey Pulido. Espadas prometió que acababa con los veladores que no te dejan andar por la calle y, ya ven: cada vez hay más veladores y ahora en verano, encima, con chorritos. ¿Cómo dejó las finanzas Zoido? Dicen que de dulce. ¿Cómo las lleva Espadas, cuánto se ha gastado de lo que Zoido le dejó en las arcas? Ah, no se sabe. Esa es su habilidad: el no significarse ni señalarse, que es camino de éxito seguro en la cobardona Sevilla. No desentonar. Hay quien dice que le ha cogido la medida a Sevilla mejor que Fernando Avila, pero sin cinta métrica amarilla al cuello, y que puede durar más que un martillo en manteca. Yo tengo otra teoría. Espadas está quedando tan bien en Sevilla gracias al contraste con sus propagandistas. Sus mejores propagandistas son los alcaldes locatis, radicalatis y comunistatis que padecen en Barcelona, en Madrid y en Cádiz. Comparado con otros también puestos por Podemos, con El Kichi, La Colau y La Carmena, Espadas es gloria bendita de alcalde, sin dar escándalos ni hacer tonterías. Esos tres loquitos rabiosos son los que nos hacen creer que Espadas lo está haciendo de cine (Nervión Plaza: así de manteros campando por sus respetos sin que la Local los eche). No sé. Lo diré a la gallega: por un lado no sé y por otro, ¿qué quieres que te diga?

 

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