ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla,  26 de septiembre de 2016
                             
 
El Pregón rescatado

Igual que se dice legendariamente sobre cualquier piedra antigua de Sevilla que desde allí hay un pasadizo que iba hasta la Torre o del Oro (y digo yo que mejor que fuera directamente a los pavías del Rinconcillo), también existen galerías secretas en el Pregón, que van directamente desde la calle San Gregorio al alma de la ciudad. Por eso hay que felicitar a este nuevo Consejo. Desde que fue elegido yo tengo fe en mi café, mi café Saimaza. Tiene hasta un portavoz que sabe latín, en sentido estricto, cual el muy macareno don Juan José Morillas, que cada Navidad nos envía la imagen de la Esperanza que hemos de llevar todo el año junto al pecho con el recado de escribir, siempre con una frase con la palabra "Spes" que pide mármol romano de Itálica.

Felicito al Consejo de Cofradías porque han continuado lo que inició la Hermandad del Valle con el Aula de Poesía "Rafael Montesinos": el rescate literario de la Semana Santa. La tenían secuestrada los poetastros, encerrada en un zulo de ripios. Con razón el nombramiento de mi querido Alberto García Reyes como pregonati de la Cuesta del Bacalati con tomati se ha hecho el día de la Virgen de la Merced. Los frailes mercedarios, que mantienen una iglesia que se llama igual que la calle del Consejo, San Gregorio (y que para los sevillanos es "de donde sale el Santontierro"), se dedicaban históricamente a lo que ahora ha hecho el Consejo al nombrar a García Reyes, como hizo El Valle con la conferencia de Lutgardo García: al rescate de cautivos. El pregonati del bacalati con tomati estaba secuestrado por los que se las daban de poetas y eran más malos de que la quina. Para mí que ya el anterior Consejo hizo sonar el tararí del cornetín de la Centuria cuando manda paso ordinario para ir a recoger al capitán a los sones de "Abelardo" y proclamó el Parte de la Victoria de la Poesía: "Cautivos y desarmados los médicos y abogados aficionados a escribir que tenían secuestrado el Pregón, el Consejo ha alcanzado sus últimos objetivos y nombrado pregonero a un verdadero poeta, a Lutgardo García". Tras otro poeta, Rafa Serna, el año pasado, el día de la Merced, y con más motivo, continuó el rescate. Y en vez de encargarle el pregón a un perito agrícola o a un ingeniero de Minas, eso sí, "muy cofrades" y con "muchas vivencias", se lo dieron en corto y por derecho a todo un escritor de periódicos, al muy macareno, currista y bético don Alberto García Reyes.

Y sanseacabó.

Cuando usted se va a operar de apendicitis, ¿llama a Caro Romero para que le raje la barriga? ¿A que no? Cuando usted tiene que echar a un inquilino que no paga ni quemado, ¿llama a Rafa Serna? ¿A que no? Pues lo mismo ha hecho el Consejo: ha llamado para dar el Pregón a quien debía. A García Reyes. Porque quiere, porque puede y porque sabe, por decirlo con palabras de otro poeta cuyo pregón nos perdimos: Benítez Carrasco. Como nos perdimos el pregón de Juan Sierra, y el de Díez Crespo, y el de Montesinos, y el de Laffón, y el de Sánchez del Arco, y aún estamos a tiempo de no perdernos el de Aquilino Duque o el de Manolo Mantero. Como tiempo habrá de que no nos perdamos el de Juan Miguel Vega o el de Rafael Peralta Revuelta, o el de Aurelio Verde, una vez liberado el Pregón de las cadenas de ripios que lo tenían aherrojado.

Estoy deseandito que llegue el Domingo de Pasión para comprobar que a Alberto García Reyes no le pondrán un atril, sino una reja, que es más flamenca, para que pele la pava con Sevilla. Será un pregón flamenco. De toreo de sevillanía. Con una prosa apasionada que a algunos nos recordará, ay, la de aquel diputado de cruz de Las Penas que se llamaba José Antonio Blázquez. García Reyes está sobrado. Toca con arte la sonanta y domina todos los palos de la palabra escrita y hablada. Por eso estoy deseandito que llegue ese día en que Alberto, en la mejor reja de Sevilla, pele la pava con su Esperanza. Porque le pondrá a esa pava azuquita, canela y clavo, ¿verdad, Curro Romero, que eres su amigo, pues el arte suele caer siempre todo del mismo lado?

 

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