ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC,  30 de septiembre de 2016
                             
 
Más sobre el Bético de 1,10

No, si yo a las esquelas del ABC les saco casi tanto como el periódico, dicho sea con el permiso de nuestro director general, mi querido don Alvaro Rodríguez Guitart, quien puede que hasta me pida una comisión por derechos no de autor, sino de inspiración, que deben de existir en la Propiedad Intelectual. Si ayer escribía el artículo gracias a la esquela del abonado del Tendido 11, hoy es don Jesús Quero Soria quien me da el jornal ganado. Y recordarán por qué. Aquel artículo que dediqué a su padre, don José Quero Hidalgo, fallecido a los 84 años, bajo cuyo nombre ponía en la esquela: "Afectado Operación Clavel y Bético de 1,10 pesetas".

Explicamos entonces que "Bético de 1,10 pesetas" significaba que fue de niño al campo de Heliópolis con su padre, pues tal era el precio de la entrada infantil. Ahora, el hijo del señor Quero, al dar las gracias en nombre de la familia, nos pone en pie toda una historia de Sevilla que no me resisto a transcribir. Me dice: "Cuando nacemos no podemos elegir a nuestros padres. A mí me tocó uno que no caminaba bien, que a veces no se podía vestir solo y que además se pasaba mucho tiempo enfermo postrado en una cama. Me lo compensaba sobradamente considerándome "sus pies y su manos" y llevándome consigo a todos lados y sobre todo, contándome historias. Era un contador de historias. Las suyas personales. Y yo las escuchaba siempre con asombro. Era hijo de Pilar la Papera. Mi abuela y mi abuelo tenían un puesto en la plaza de la calle Feria. Siempre hubo mucha historia acerca de cómo mi padre llevaba el negocio con 20 años y de cómo debido al racionamiento estaban los mercados vacíos. Siempre me contaba que con una bicicleta se encajó en Los Palacios y con sólo su palabra como patrimonio se trajo dos vagones llenos de papas. Parece que en la Macarena tuvieron qué comer esa semana.

"Luego vino el accidente de la Operación Clavel, y eso ya fue otra cosa. Iba con su hermano, que también lo pilló la avioneta al caer sobre la gente. Mil historias he pasado yo a su lado. Nunca lo indemnizaron ni le dieron nada. Mi recorrido con él por despachos y redacciones de periódicos fue muy extenso. Desde ministro del Aire al gobernador Utrera Molina o al Cardenal Bueno Monreal. Algunas las viví en primera persona y otras me la contó él.

"También podría contarle cómo los sindicalistas clandestinos se reunían en el bar que teníamos y lo mandaron a llamar para que declarara en el Proceso 1.001. Declaró que un sindicalista histórico de Sevilla y del barrio estaba esa noche allí, cuando en realidad estaba en Madrid. O de cuando El Lute antes de cogerlo en el barrio estuvo charlando en el bar con él. O de cómo iba al Baile de San Basilio donde había una coja con una pata de madera que era la que mejor bailaba, y que todos sacaban. O de cómo me contaba el porte de Antonio Machín: nunca había visto un hombre más elegante. O de cómo siempre me decía que jugaba al fútbol en el Betis con Peñafuerte y Luis del Sol. Hasta que me presentó a Luis del Sol. Y de cómo estando en el Hospital (se llevó dos años, uno de ellos colgado con pesas sin tocar la cama debido a sus roturas, que eran 48 en total) los estudiantes de Portaceli en una visita le dijeron que les pidiera lo que quisiera, que ellos le iban a ayudar. Cosa que hizo y les pidió un transistor de aquellos de funda de cuero. No sólo se lo regalaron sino que le enfatizaron que si algún día necesitaba algo se los pidiera. Con los años me cobré ese favor. Yo estudié allí FP. Después de una vida pidiendo Justicia, sólo encontramos en nuestro camino buenas personas con deseo de ayudarle, entre ellos el abogado don Adolfo Cuéllar que altruistamente se hizo eco de su causa y que además de nuestra admiración y respeto, se ganó nuestro cariño. Como en toda historia, al final de todo esto no hay más triunfo que el de su propio trabajo y el cariño y respeto de su mujer y sus hijos. Mi padre para mí siempre fue mi "Opaíto", tratamiento que se da, según él, cuando un padre ha triunfado como tal." (Y más cuando ha transmitido tanta admiración y buenos recuerdos, sin odio, a su hijo...)

 

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