ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 13 de febrero de 2017
                               
 

Mi artículo del cartel de los toros

El que tiene usted ante sus ojos, apreciado lector cuya fidelidad agradezco, no es un artículo. Es casi una tradición. El artículo que ritualmente cae por estas fechas del tiempo ordinario al que ahora le han puesto el mote de Precuaresma. Surge este texto cuando la Real Maestranza de Caballería presenta la pamplina que se le haya ocurrido como cartel de los "Toros en Sevilla" a un moderno al que le han pagado un dinero curioso, y va entonces Burgos y le pega el tradicional palo, haciéndose eco de las que Enrique Vila llamaba "Voces del Tendido" en su revista "El Toreo" de Radio Sevilla. -

Dicen los entendidos en el racataplán del taratachín del Carnaval que cuando una agrupación triunfa un año con un pelotazo de primer premio, al siguiente tiene en el concurso dos contrincantes: los restantes grupos y el recuerdo de lo que ellos mismos sacaron el año pasado, con lo que se compara inevitablemente el repertorio que estrenan. Tal, por ejemplo, se ha dicho del Selu, que tras su triunfo con el pesado de Juan el año pasado tiene muy difícil superarse a sí mismo con "Mi suegra como ya dije". Carnaval de Cádiz donde, por cierto, pintó una vez tan descabellado cartel el poeta Rafael Alberti (que cobró por ello un pastón) que la chirigota de "Los Borrachos", al verlo, exclamó la famosa frase de: "¿Pero qué carajo es esto, Dios mío de mi alma?".

Frase que repiten cada año la afición de Sevilla y todo el Toreo cuando la Real Maestranza de Caballería presenta su cartel. Cartel al que le ocurre como lo que he dicho de las agrupaciones del Carnaval gaditano: que tiene que competir (en mamarrachez, claro) con el que presentaron el año pasado. Y este es el gran mérito de la Real Maestranza, por el que felicito a su excelentísimo señor Teniente de Hermano Mayor, con la reductora del Modo Ironía ON metida. Se superan cada año con un cartel más mamarracho todavía. Este es el gran merecimiento de los carteles de toros de la Real Maestranza. Que cuando te creías que no se podía superar el disparatón del cartel de la mosca en el yogur, viene el del pinchito de toro y le echa la pata. Y hablando de echar, cuando te crees que es insuperable la falta de conocimiento de la Tauromaquia al pintar un cartel con un toro echando las manos por delante al tomar el capote, viene el otro que convierte a un cuatreño en el TAC de un chuletón de Ávila. O el del burladero del TBO. O el recortable de los avíos de torear.

El cartel de este año, por más vueltas que le he dado, no sé ni lo que intenta representar. ¿Su autor? Pues lo de siempre: un modernete de Madrid muy bien visto por los progres. Se creen los maestrantes que encargando el cartel a gente así, como podémica, no los van a llamar rancios y fachas. No sacan, pues, un cartel. Sacan, como vengo sosteniendo, una coartada ante la progresía. El autor de ese cartel de cuyo nombre no me da la gana de acordarme ha pintado, me parece, el Quite del Bú de Gallito en una visión muy personal. Tan personal que no se entiende. Y el exterior del Palco del Príncipe, en el interior de la plaza. Un lío. Doble, porque la parte de arriba se refleja, invertida, en la de abajo. ¿O es que el torero ha puesto la plaza boca abajo y es lo que aparece en la parte inferior, con el toro con las cuatro patas arriba como tras un estoconazo hasta la bola y en su sitio de Rafael Ortega el de La Isla? ¡Igualito de nuestro que el cartel del alma de Sevilla de Nuria Barrera, vamos!

Dicen que baja alarmantemente el número de abonados a la plaza. ¿No va a bajar? ¿Quién va a renovar el abono con un cartel así, que desanima a cualquiera? No es por los precios, ni por la crisis de la Fiesta: es por estos carteles que echan para atrás, aunque vengan debajo impresos los nombres de gloria bendita que lleven, de Morante a Roca Rey pasando por Manzanares. ¿Y si probamos un año a dejarnos de coartadas progres y de mamarrachadas carísimas y reproducimos un cartel antiguo, de Ruano Llopis mismo? Me pongo lo que sea a que ese año sube otra vez ese abono menguante que tanto les preocupa, señor teniente de la Real Maestranza.

 

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         
 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio