ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC, de Sevilla, 30 de mayo de 2017
                               
 

Gracias, Santo Rey

En los días señaladitos de este pueblo grande que quedamos ayer que era Sevilla ocurren unas cosas la mar de raras. Cosas de pueblo. ¿Pues no que me pongo a escribir el artículo, y en vez de una leña marismeña al Ayuntamiento o una despedida sentimental a las últimas flores de las jacarandas caídas como para alfombrar La Majestad en Público de San Lorenzo, va y me sale sola una oración? Oraciones salen muchas aquí: ora al Gran Poder de Dios, ora a su Pura, Limpia y Chiquitita Madre del Postigo. Pero al Santo Rey conquistador la verdad es que hasta ahora no me había salido ninguna. De hoy no pasa que, en nombre de muchos sevillanos, y especialmente de los que nos tenemos por fernandinos (¿verdad, don Ricardo Roldán; verdad, don Manuel González Jiménez; verdad, amigos del Cabildo Alfonso X el Sabio?) le dedique un artículo en forma de oración de acción de gracias al Santo Rey que, ganando Sevilla a los moros, nos incorporó no sólo a la Corona de Castilla, sino a la civilización europea y a la fe cristiana.

Suelo contar, y me pongo pesado repitiéndolo, por lo significativa que es de nuestra religiosidad popular, la anécdota del guiri que estaba viendo uno de los dos pasos que llevan a Pilatos en nuestra Semana Santa, no sé si el de San Benito o el de la Sentencia. Y preguntó quién era aquel romano de la blanca túnica y una palangana más orgullosa que la de Félix Machuca. A lo que el sevillano inquirido, como ya se sabe usted mejor que yo, respondió:

--¿Ese quién va a ser? Pilatos, que por poco nos deja el hijolagramputa sin Semana Santa.

Pero no suele ocurrir que cuando sale en el Corpus con su capa de armiño, su espada desnuda y en la otra mano la bola del mundo como una sandía fresquita de Los Palacios para las calores que se avecinan, ningún guiri pregunte al paso de San Fernando:

-- Y ese Rey tan torero de la capa y la espá de verdad, no la ayuda, ¿quién es?

Y como nadie lo pregunta, pues me voy a meter a sevillano anónimo de la bulla para contestar. Pues mire usted, señor guiri: ese Santo Rey que va ahí en su paso es Fernando III de Castilla y León, el que ganó Sevilla a los moros y recibió las llaves de la ciudad de manos de Axataf, como puede ver en el Trascoro de la Catedral pintado por Pacheco. Moro que se puso ante San Fernando doblemente genuflexo, como si fuera a recibir la derrota a portagayola. Y si decimos los sevillanos que Pilatos por poco nos deja sin Semana Santa, el que nos la dio, en toda la grandeza de la Fe, fue San Fernando. Gran parte de cuanto Sevilla es hoy se lo debe esta ciudad desmemoriada a San Fernando. Empezando por la Fe. Si la Fe triunfa en el Giraldillo, en cuya palma de bronce siempre es Domingo de Ramos, es gracias a que nos la trajo San Fernando. Que creó tantas parroquias como campanas tiene la Giralda, según la copla canta: Santa Marina, Ómnium Sanctorum, Santa Catalina, San Marcos, San Esteban, San Pedro, San Andrés, San Isidoro, San Julián, Santiago, San Juan de la Palma, San Sebastián, San Román, San Vicente, San Lorenzo, San Gil, Santa Lucía, San Bartolomé, El Salvador, San Juan Bautista, San Idelfonso, Santa María Magdalena, San Martín, San Miguel. Gracias a San Fernando tenemos Semana Santa. Y gracias a San Fernando tenemos Corpus. Y gracias a San Fernando es Sevilla la ciudad mariana y concepcionista del voto de los Primitivos Nazarenos. Gracias a San Fernando tenemos cuerpo cristiano sobre el alminar de Ben Baso, y campanas que repican a gloria bendita cuando sale su Virgen de los Reyes. Gracias a San Fernando no somos la capital de Al Andalus Sur. Porque si Pilatos por poco nos deja sin Semana Santa, si no hubiera sido por San Fernando, aquí andábamos todavía con el Ramadán y la Fiesta del Cordero, sin probar por coránicas razones ni el tinto de Casa Morales ni el jamón de Casa Román. Así que, gracias, Santo Rey, por conquistarnos y por dejar Vuestra Alteza luego ser conquistado por la ciudad. Y por entregar V.A. su santa vida a Dios como en un verso popular: "En Sevilla hay que morir".

 

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         

 
 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio