He puesto entre comillas en el título lo del "pá tó" de la gente, en la famosa frase hoy más de actualidad que nunca, y no sé si he hecho bien o mal. Porque, al paso que vamos, verá usted cómo dentro de nada la Real Academia dice que lo correcto es decir "pá tó", que eso de "para todo" es una cursilada y una antigüedad rancia. A mí, la verdad, lo de "rancio" me suena a tocino: a tocino rancio. Pero vamos a lo que vamos, no nos metamos en contrapuntos, "que se suelen quebrar de sotiles", que decía Cervantes en el quijotesco "Retablo de Maese Pedro", el único retablo que no ha sido (hasta ahora) atribuido a la escuela de La Roldana y cuya iluminación no ha pagado la Fundación Sevillana Endesa.
En la triste hora de la muerte de Miguel Blesa, el de las tarjetas negras, me he dado cuenta de que, en efecto, hay "gente pá tó". Pero no en el sentido clásico de la frase de la filosofía taurina, que unos atribuyen al cordobés Rafael Guerra "Guerrita" y otros al sevillano Rafael Gómez Ortega "El Gallo", aunque por razones de época y contemporaneidad parece más acertada la del primero. Ya saben cómo fue y, si no lo saben, se lo cuento. Que después de una triunfal corrida en Madrid, le ofrecieron una fiesta al Guerra, en la que le presentaron a don José Ortega y Gasset, y le dijeron que era filósofo. A lo que el torero cordobés inquirió: "¿Filósofo? ¿Y eso qué es?". Le explicaron que se trataba de la persona que trabajaba sobre las ideas y el pensamiento, a lo que El Guerra, asombrado por la profesión, sentenció su famoso: "Hay gente pa tó". En la versión de Rafael el Gallo, las circunstancias son parejas: fiesta, presentación de Ortega a Gómez Ortega, aclaración de que es filósofo, y pregunta del Divino Calvo: «¿Filo qué? ¿Es qué es?». Y tras lo del pensamiento y las ideas, lo mismo. Sentencia: «Hay gente pá tó». Incluso en la versión gallística hay una teoría que es la que más me gusta. Es la que asegura que Rafael Gallo, al saber la profesión de Ortega y Gasset, lo que dijo exactamente fue: «Tié que habé gente pa tó. Incluso gente pa ná». ¿Es precioso o no es precioso este elogio de que tiene que haber gente "pá ná"? El mundo está lleno de gente "pá ná", y si es el organigrama de personal de la Junta o del Ayuntamiento de Sevilla, es que ni te cuento... ¿Cuánta gente "pá ná" hay en las delegaciones de cada una de las consejerías que la Junta tiene en cada una de las ocho provincias andaluzas?
Pero no iba yo con el "gente pá tó" por este lado de la crítica a la hinchazón burocrática que hay que pagar todos los meses, por lo que no hay forma de suprimir el Impuesto de Sucesiones, sino sobre lo que ha puesto una vez más de relieve la muerte de Miguel Blesa, esto de que "hay gente pá tó" a la hora de comentar lo que sea. Y no me refiero a la Filosofía, como los Rafaeles de Córdoba o de Sevilla, sino a lo que les echen. En las tertulias de la radio, en las de la televisión, en las redes sociales, en las declaraciones de los políticos, hay "gente pá tó" que, además, sabe de todo. De lo que les echen, expertos. Con la muerte de Blesa, España se nos ha llenado de forenses aficionados que bien calladito se lo tenían lo que sabían sobre las circunstancias de los presuntos suicidios. Ponías una radio y te salía un tío explicándote lo de la posición del rifle. Abrías el ordenador, y un expertísimo forense del mojón te explicaba en un tuit que lo de insistir en dar el teléfono de su casa ya era de por sí sospechoso. Lo más triste es que esta "gente pá tó", como los cuervos, suele surgir siempre en torno a la muerte: un accidente aéreo, una catástrofe ferroviaria, un atentado islamista en lejanas tierras o en capitales europeas son razón más que suficiente para que salgan los que saben todo explicando todo aquello de lo que no tienen ni idea. Dicen que la muerte nos iguala a todos. Iguala, sobre todo, a los tertulianos y a los tuiteros. Cuando hay muertes en circunstancias trágicas de por medio, España se nos llena de "gente pá tó", de tertulianos, blogueros y tuiteros que de todo saben. Cuando en realidad son "gente pá ná". (Si habrá "gente pá tó", que con decir que hasta quien le gusta el cartel del Día de la Virgen de los Reyes...)
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