Iba a llamar a El Pedroso, o a Alanís, o a Guadalcanal, para preguntar que dónde hay que firmar para apoyar lo que han decidido los alcaldes de la comarca y la mancomunidad de sus municipios de barranco y jara, de olivo y encina, de montanera y saca de corcho, de carlanca y vacas retintas, a fin de que a nuestra Sierra Morena de toda la vida, a la Sierra de Cazalla, a la Sierra de Constantina, dejen de llamarla por ese mote de "Sierra Norte" que le pusieron en los años 70 y le devolvamos su topónimo de siempre: "Sierra Morena de Sevilla". Pero he decidido no llamar a parte ninguna, porque ese teléfono me recuerda la voz como de gramófono de pizarra que tenía la operadora de Cazalla cuando llamaba por conferencia a mi novia Isabel, que vivía entre la Sierra del Agua y la Sierra del Viento, entre dos de los cuatro elementos de la vida y del amor. Decía la telefonista con la voz más desagradable del mundo:
-- Guadalcanal tiene demora, cuelgue que le avisaremos.
Así que sé dónde hay que firmar para pedir que borremos para siempre lo de "Sierra Norte" y llamémosla como toda la vida: Sierra Morena. Lo firmo en este artículo de ABC, solemnemente, al tiempo que felicito a los autores de tal iniciativa. Eso de "Sierra Norte" me suena a lo que se le quedó a nuestra Sierra Morena de algún consejo económico y social del sindicalismo vertical. Huele a salón de actos del edificio sindical de la Plaza del Duque que apesta. Suena a la época de los Planes de Desarrollo. Porque lo de Sierra Norte es, además, equivoco: depende desde donde se mire. Si se mira desde la gaditana Sierra de Gibalbín es la Sierra Norte, en efecto; pero si se mira desde la llanura extremeña de Llerena y Casas de Reina, es la Sierra Sur. Ya saben que no hay nada que me mueva más a indignación que esto de Sur y Norte referido a nuestras tierras queridas. Llamar Sierra Norte a la Sierra Morena de Sevilla es como llamar "El Sur" a Andalucía, como hacen tantos progres madrileños. ¿Qué Sur con respecto a qué Norte? ¿Y a que Sierra Norte suena a Dakota del Norte, a Carolina del Norte, o, como se ha dicho en los documentos oficiales de petición de cambio para el nombrecito dichoso, a conflicto y a guerra, a Corea del Norte o a Vietnam del Norte?
A propósito de documentos, la alcaldesa de Alanís de la Sierra. Eva Ruiz (PA), ha escrito unas palabras que convencen a cualquiera, sobre la entidad geográfica de la Mariánica en nuestra provincia y en el resto de Andalucía, de la que es columna vertebral: "No sólo es un cambio de nombre, es un nombre que nos cambia, porque somos una hermosa espina dorsal de más de 400 kilómetros de longitud, que nace en Jaén, que linda con las Castillas manchegas, que nos une, que no separa, del sur de Extremadura, que toma el relevo en la Sierra Morena de Huelva y se adentra en Portugal, superando la frontera". Óle. La Sierra, los antañones Montes Marianos, son una realidad geográfica supraprovincial. Imprimen carácter a sus habitantes, a su economía, a su arquitectura, a sus costumbres, por encima de las divisiones provinciales. Más se parece, por ejemplo, Constantina a Aracena, hasta con su arquitectura regionalista que copia de la sevillana, que a Lora del Río. La sierra, como dice Eva Ruiz, une por encima de las provincias. Es una orografía que imprime carácter, del que las divisiones administrativas territoriales no entienden.
Lo malo es que, aunque dicen que acuñado en los años 70 del pasado siglo, lo de "Sierra Norte" ha hecho fortuna; como también en nuestra provincia lo de "Sierra Sur". ¿Prevalecerá la memoria de la Historia y de la Geografía para que de nuevo hablemos de Sierra Morena, que es como piropear a una Sierra como si fuera una mujer, Sierra Morena, sierra con garbo? En los documentos de petición del cambio hay algo insólito: un poema como argumento legal y burocrático. Los versos de Antonio Machado: "¡Qué bien los nombres ponía/quien puso Sierra Morena/a esta serranía!". Y yo le añadiría: "Y a otro tío no dio corte/ ponerle un mote tan feo,/ eso de la Sierra Norte". A ver si, Machado en mano, no nos desnortamos más con el mote espantoso y sindical de "Sierra Norte".
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