No es que haya decidido tirar la casa por la ventana, o mejor dicho, el "cash" por la ventana, el gran mayorista de la alimentación don Manuel Barea, con quien tengo una vieja amistad, heredada de nuestros respectivos padres, desde cuando juntos pasaban los disgustos en la junta de oficiales de la querida hermandad del Gallo y la Columna. No, no es que Barea haya decidido bajar los precios del teleósteo más sevillano que surca los mares, sin el que no sólo no serían posibles las tortillitas de bacalao, y los pavías de bacalao, y el bacalati con tomati, sino que hasta tal punto es nuestro que le presta su nombre al estandarte de las cofradías. ¿Para cuándo el Pregón del Bacalao, patrocinado por las dos B de su letra inicial, por Baco y Barea? ¿Para cuándo el Cartel del Bacalao, pero no una mamarrachá maestrante, sino de los clásicos, como el que ha sacado con su Virgen la Juventud de la Esperanza de Triana? Si el Marqués de Tarifa no llega a ir a Tierra Santa y se trae el Vía Crucis de la Cruz del Campo, nos deja sin Semana Santa; igual que Pilatos, el pretor romano de la palangana que convocó primarias entre Cristo y Barrabás para lavarse las manos, ¡ni que fuera de la federal del PSOE! Y si a los pescadores de Noruega y de Escocia no les da por salar el bacalati con tomati, nos dejan sin menú de Cuaresma, y ni te cuento la ruina que le buscan a Casa Ricardo.
El título de este artículo, pues, no es porque hayan bajado los precios del bacalao en plena temporada alta de la Cuaresma. Es por el Santo Martes, como he dado en llamar a ese experimento sin gaseosa, sino con pasos y cuerpos de nazarenos, que los hermanos mayores de ese día han decidido ensayar, dicen que colándole un gol por toda la escuadra, de vaselina, al Consejo de Cofradías. Mañana domingo es el Cabildo de Toma de Horas, que para muchos será el de Toma del Frasco. Cabildo más interesante que ningún año, porque estará lleno de novelerías en los horarios e itinerarios de la Nómina que allí firman el Vicario del Arzobispado y el Teniente de Alcalde de Fiestas Mayores. La mayor novelería de todas, el Santo Martes, que hasta el maestro barbero del barrio me paró ayer por la mañana cuando iba camino del zapatero remendón y me preguntó:
-- ¿Usted sabe por qué este año la del Cerro tiene que entrar en la Catedral por la Puerta de los Palos en vez de como siempre?
Por las novelerías, maestro, por las novelerías. Por los experimentos sin gaseosa, que ojalá salgan de bien como sus promotores quieren y les deseo: se lo pido al Cristo de la Buena Muerte, que, como la Virgen del Dulce Nombre, no tienen la culpa del lío en que los van a meter. Lío que nos va a rejuvenecer a muchos. Verán. Llega un momento en tu vida en el que no te hace falta "Er Pograma" para ver las cofradías: te sabes de memoria tus itinerarios personales y los de todas las hermandades, con sus horas. Pero serán tantas las novedades del Santo Martes que habrá que echarse al bolsillo "El Llamador" de papel de Canal Sur Radio que cada año me envía ritualmente Fran López de Paz para mi nieta Ana. Devotos de la cofradía de San Benito me dicen precisamente lo del título. Que no saben cómo será este año lo del paso de la Presentación de Jesús por la Cuesta del Bacalao. Antes había bulla para ver a San Benito subir la Cuesta del Bacalao. Aun sin Cabildo de Toma de Horas, me aseguran hermanos de la cofradía de La Calzada que, con el Santo Martes, para San Benito desaparece la Cuesta del Bacalao, que se convierte en Bajada del Bacalao. Y en vez de "aguantarme esa trasera" será "aguantarme esa delantera". Y nada digo de La Candelaria por los Jardines de Murillo... de día. ¿Saben qué adivino? Como una dual y sevillana repetición de La Paz por el Parque, hasta con los mismos nazarenos blancos, ¿no, líder Carlos Herrera? Y al final, pero no lo último, ¿saben qué les digo? Que ni polémicas del Santo Martes al revés por la Carrera Oficial, ni "Salida en Campana" en vez de "Entrada en Campana", ni nada: que como a los sevillanos nos encantan las novelerías, en esta Semana Santa nos vamos a hinchar. ¡El Santo Martes sí que vamos a estrenar cosas, y no el Domingo de Ramos!
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