ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  16 de mayo de 2019
                               
 

Llorar por La Magdalena

Suele ponerse como ejemplo de la destrucción de la ciudad la
Plaza del Duque y los derribos que autorizó un alcalde que,
encima, era catedrático de Historia del Arte, para que pudiera
construirse el Cortinglés "que daba muchos puestos de trabajo".
Suprema coartada para cuando se quiere destruir algo en Sevilla
sin que los conservacionistas critiquen y los progresistas se les
echen encima, por retrógrados. De cuanto la Plaza del Duque fue,
¿qué queda? Si me apuran, el edificio más antiguo es el de los
antiguos Sindicatos Verticales, ahora de CC.OO., sobre el que se
anunció que iban a pegar el correspondiente pelotazo construyendo
allí. ¿A que no adivinan qué? ¡Un hotel! En Sevilla, últimamente,
en todo lo que se pueda se construye un hotel. Y hasta en lo que
no.


La cuestión que quiero resaltar es que se habla mucho de la
destrucción de la Plaza del Duque y en cambio casi nadie dice
nada de otra por el estilo, igualmente destruida y desfigurada:
la Magdalena, con la que acabarán pronto. La Magdalena, si me
apuran, empezó antes. En la Plaza del Duque no derribaron nada en
el siglo XIX y en La Magdalena, sí: la iglesia parroquial de tal
nombre. La ocupación francesa la derribo en 1811, y la parroquia
fue trasladada al convento de San Pablo. Que por eso le llamamos
"La Magdalena" a la antigua iglesia de los Dominicos, que, vamos,
para que se orienten, es de donde salen La Quinta Angustia y El
Calvario.


El Duque y La Magdalena eran hermosas plazas románticas en
la Sevilla provinciana de comienzos del XX, con sus casas
palaciegas y su lentitud de vida, con los tranvías cruzando
camino de la Macarena o de Triana, con sus paradas de coches de
caballos de punto. En la esquina de La Magdalena con la calle
Méndez Núñez estaba el derribado Hotel Madrid, que fue la casa de
la Condesa de Gelves. Aunque su nombre oficial fue "Plaza del
Pacífico", nunca nadie la llamò así: la Magdalena siempre fue La
Magdalena. Hasta cuando se dedicó al General Franco tampoco hizo
fortuna el cambio de nombre. Y qué proceso de destrucción no
sufriría La Magdalena, que el edificio más antiguo que queda en
pie es el interesantísimo racionalista de los arquitectos Rafael
Arévalo Carrasco y Gabriel Lupiáñez Gely, levantado entre 1938 y
1940 y que por su estética parecida a los grandes transatlánticos
de Ybarra de la época, el "Cabo de Hornos" y el "Cabo de Buena
Esperanza", los sevillanos le pusieron de mote "El Cabo
Persianas" y "El Cabo Persianas" se le quedó. -


Y la fuente. La fuente central, con todo su encanto, prima
hermana de la otra de La Encarnación, colocada en 1844. A pesar
de todo lo destruido, de la llegada las primitivas Galerías
Preciados al edificio de la esquina de la calle O´Donnell, La
Magdalena tenía su encanto tal como estaba con sus jardincitos.
Era como una reliquia de una Sevilla que fue. Hasta que llegó la
fiebre de los hoteles, y van a hacer uno en lo que fueron las
primitivas Galerìas Preciados y en lo que fue el Banco
Hipotecario, esquina ya a Rioja. De gran lujo. Ya saben: todo
hotel que se proyecta es de gran lujo. Fonda del Peine no se
proyecta ni una, qué casualidad. Y como en Sevilla hay un nuevo
"lobby", que es el "lobby" hostelero, que manda más que el de los
judíos en Nueva York, pues los dueños de este hotel de los dos
edificios mentados no se conforman con establecerse allí, sino
que apoquinan el 50 por ciento de la reforma, dicen ellos, vamos,
de la destrucción de la plaza de la Magdalena, que van a
"semipeatonalizar". Ea, autobuses y motos y coches fuera. ¡A la
calle San Pablo, como la parroquia cuando los franceses! Todo sea
a mayor honra y gloria del turismo y de esta "hotelcracia" en que
hemos convertido a Sevilla. Yo no sé para qué quiere repetir
mandato Espadas si, total, aquí ya los hoteles, y los veladores,
y los bares, mandan más que el alcalde. Y a la destrucción
"semipeatonal" de La Magdalena me remito. Llorando como una
magdalena por la Magdalena, claro.


 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio