En Sevilla somos especialistas en perder oportunidades históricas y en dejar escapar trenes que sólo pasan una vez. Hoy, aunque lo disimulan con la novedad del "Día de Sevilla" es la fiesta de San Fernando. El conquistador de Sevilla, el que nos incorporó a Europa y a la civilización occidental. San Fernando es el Patrón del Arma de Ingenieros y algo más para las Fuerzas Armadas: basta acordarse de su espada desnuda cuando lo vemos pasear por su Sevilla en la mañana del Corpus en su paso, con su capa de armiño. Por eso se celebra siempre por estas fechas en toda España el Día de las Fuerzas Armadas, que se fija en el domingo o fin de semana más próximo a la fiesta litúrgica del Santo Rey.
Este año, como bien saben, y por lo que hayan tenido que padecer, como desviarse con el coche al estar cortado a la circulación el Paseo Colón, el Ministerio de Defensa ha elegido a Sevilla como capital de la Patria; esto es, como sede principal del desfile y de las celebraciones del Día de las Fuerzas Armadas. Y como, ya digo, somos especialistas en perder oportunidades históricas, celebramos nosotros el segundo año en que el Día de San Fernando no es fiesta local, cambiada por ese nuevo invento del Miércoles de Feria. ¿Se imaginan lo bien que hubiera venido que fuera fiesta local como siempre fue el día de hoy, en que precisamente la Armada, el Ejército de Tierra y el Ejército del Aire, o sea, las Reales Fuerzas Armadas de España, comienzan las celebraciones que, como dicen los cursis, "visibilizan" la presencia de la Defensa Nacional, acercándola a la sociedad civil? Pues nada, hoy no es fiesta, por muchos actos que comiencen en este largo fin de semana de las Fuerzas Armadas en Sevilla.
Como cada año en su día, trato de hacer justicia al Santo Rey que conquistó Sevilla y luego fue conquistado por ella. Para nosotros, San Fernando es tan sevillano como la Virgen de los Reyes, a cuyos pies yacen sus restos en la urna de plata (rematada por el escudo del Betis). Para la reconquista de Sevilla, lo primero que hizo San Fernando fue acabar con el cuadro defensivo de la Torre del Oro, de donde es tradición partía una gruesa cadena que atajaba el río hasta la otra orilla. Cadena que cortaron los marinos montañeses del Almirante Bonifaz. Por eso la Torre del Oro y esa cadena, con todos los honores, figura en el escudo de Santander y está tan ligada a la que antes de que le pusieran ese mote absurdo de "Cantabria" fue siempre "La Montaña de Castilla".
Con la toma de la Torre del Oro se fundó la Marina de Castilla. La Real Armada Española, vamos. Por eso, la Torre del Oro sigue perteneciendo a la Marina. Es como un buque más de la lista de la Armada, el más antiguo. La Torre del Oro es una dependencia más de la Armada, el buque de piedra que nos dejó San Fernando al tomar Sevilla y fundar la Marina de Castilla. Prestará el sábado su silueta de torre albarrana completada por el Rey Don Pedro y rematada en el siglo XVIII por el cupulín de dorados azulejos al hondo significado simbólico que tendrá el escenario del desfile del día de las Fuerzas Armadas. El Rey presidirá la parada militar desde la tribuna de honor colocada frente a la Puerta del Príncipe de la plaza de toros de la Real Maestranza, de la que es hermano mayor. Estará frente a la estatua ecuestre de su augusta abuela, la sevillanísima Doña María, imagen de la continuidad dinástica, esencia de la Institución Monárquica. Y aguas abajo del río, asentada en la mañana y en la marea que sube desde Sanlúcar, estará presente la Torre del Oro, este fernandino buque de piedra con cuya reconquista se fundó la Marina de Castilla, o sea, la Real Armada Española. Espero que en tamaña solemnidad, en ese buque de piedra de la Armada, como en el mejor de sus navíos, ondee el torrotito de proa, desafiando a los vientos con las armas de Castilla y de León del Santo Rey Fernando III.
Correo
Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico
