ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  9 de septiembre de 2019
                               
 

La fachada de la FNAC

Ya hasta se nos ha acostumbrado la vista a lo feísima que es la fachada de lo que hasta ahora ha sido la FNAC, en la Avenida de la Constitución. Antes que la FNAC aquello fue construido como sede del Banco Urquijo, plantando una como caja de zapatos en medio de la Avenida y rompiendo la unidad de toda esa acera derecha, que se abrió con los derribos de la antigua calle Génova a comienzos del siglo XX y que quiso en su momento ser como una Gran Vía a la sevillana. En esa acera, del Arquillo a la Punta del Diamante, se levantó todo un catálogo de arquitectura regionalista. Todos los grandes arquitectos de la generación de Aníbal González hicieron su edificio en esa acera de la Avenida, que de La Adriática a la esquina de lo que fue Bar Avenida y luego Banco Popular, o sea, García de Vinuesa, era un hermoso e interesantísimo muestrario de estilos arquitectónicos sevillanísimos. Sí, como pequeñas Plazas de España, donde todo ladrillo tallado tenía su asiento y toda cerámica su función decorativa. Eran las de esa acera como la casa de Sánchez Dalp en El Duque en miniatura, por cuanto reunían de las artesanías populares, hasta en herrajes y carpiterías.

Bueno, pues allí llegó un día el Banco Urquijo, derribó un par de esas casas o tres y plantó su mamotreto de las ventanas con la fachada lisa. Ya digo, como una caja de zapatos. Cerrado el Banco Urquijo, se instaló allí la FNAC, con sus colas de chavalas para sacar entradas para el concierto del grupo o el cantante de moda y con su curioso saloncito de actos para presentar libros. Y como en Sevilla a todo le llega su hora inexorable, también esa FNAC que hemos conocido como la modernidad de las modernidades es ya también un recuerdo, hasta con las fotos de asunto taurino tamaño mural que pusieron en los vanos de las ventanas para darle un poco de alegría, Macarena, a fachada tan desangelada. La FNAC se trasladó, ¿saben por qué? Por algo que nunca ocurre en Sevilla últimamente (¡tararí!): porque van a hacer allí... ¡un hotel! Fíjense qué cosa tan rara: ¡un hotel nuevo en Sevilla! Desconozco el proyecto del hotel. Lo que sí sé es que la extraña, distante, remota y misteriosa, aunque todopoderosa, Comisión Provincial del Patrimonio Histórico de Sevilla ha dicho que al pulpo ni tocarle. Como si fuera de Juan de Oviedo o de Diego de Riaño, la Comisión del Patrimonio ha dicho que hay que mantener intacto ese mamarracho de la fachada del edificio de la FNAC, qué barbaridad. Ha dicho lo mismo que semanas antes sobre el edificio de los antiguos Sindicatos Verticales del Duque, donde me parece que CC.OO. ha pegado un pelotazo de lo más capitalista que se despacha. La misma Comisión del Patrimonio que autorizó el mamarracho del Secadero de Tabaco de la calle Santander junto a la Casa de la Moneda y la Torre de la Plata es la que ahora exige que, como un tesoro arquitectónico, se mantenga intacta la fachada de la FNAC en la Avenida. ¿Cómo aquello que cuentan de Los Remedios en un congreso de Arquitectura, puesto como ejemplo de lo que nunca debe hacerse en esa acera de interesantísimos edificios regionalistas? No sé, porque esto de la Comisión del Patrimonio no lo entiende nadie. Ni nadie sabe quiénes la componen, con tanto poder. ¿La ha reformado el Gobierno del Cambio de la Junta o sigue allí todo igual, y a los hechos nos remitimos? ¿La piensa cambiar la nueva consejera de Cultura, porque la Comisión del Patrimonio depende de la Junta, no del Ayuntamiento?

Cerca de la fachada de la FNAC tenemos la mejor prueba de los absurdos de la reciente arquitectura en Sevilla. En la esquina de esa acera está el edificio conocido como La Adriática, el más retratado por los turistas, más que la fachada plateresca del Ayuntamiento. ¿Ha visto usted alguna vez a algún turista haciéndole una foto a la fachada de la FNAC? Bueno, pues eso manda Patrimonio que se mantenga intacto. Y, por el contrario, no me extrañaría que pasado mañana autorizaran el derribo de La Adriática para hacer, ¿a que no saben qué? ¡Un hotel! Como el que hay al lado, donde estaba el Banco de Andalucía y que pega bocados al conjunto.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio