Creíamos que los pintores de la Feria eran Cortés, Cabral Bejarano, García Ramos, Bacarisas, Hohenleiter o Martínez de León. Pero, mire usted por dónde, el azar administrativo nos ha hecho considerar también a Valdés Leal como pintor de la Feria. Al menos por el título de uno de sus cuadros de las Postrimerías en La Caridad y por las circunstancias de la política municipal. Porque el Ayuntamiento le ha quitado su caseta de Feria al Partido Andalucista, que ya no existe. El único resto vivo que quedaba de lo que se disolvió, fagocitada la verde y blanca por el PSOE desde tiempos de Escuredo. Con lo que fue en su momento, el difunto PA ya no es ni siquiera una caseta de Feria. Y aquí es donde entra Valdés Leal como pintor de la Feria: "Sic transit gloria mundi". Un partido que llegó a tener alcalde en Sevilla y no en tiempos cualesquiera, sino a Luis Uruñuela en el arranque de la democracia y a Rojas Marcos cuando la Expo, ya no existe. Y como el Ayuntamiento no suele conceder casetas de Feria a entes ya inexistentes, como a la Santa Inquisición o a las Cortes de Cádiz, pues le han quitado la suya. Que era de tres módulo además: de buenecita para arriba. Y que supongo seguirían montando en plan peña de amigos las viejas glorias del PA y los supervivientes del partido que no se fueron a otros soles que calientan más y aseguran de un modo más seguro el sueldecito de la política.
Como en tantas otras cosas de la política de Andalucía o como en cuanto a la propia Andalucía misma como ente, hay que reconocer que Alejandro Rojas Marcos fue un precursor. Al igual que Comisiones Obreras aprovechó los resquicios y revellines del Sindicato Vertical para hacer su labor clandestina de oposición al régimen de Franco desde dentro, así Rojas Marcos se presentó a concejal de Sevilla para intentar hacer algo que se procuraba en aquella época de los últimos años 60: servirse del Régimen para, desde sus aparatos de poder, ayudar a traer lo que muchos ansiábamos, las libertades y la democracia. Que no llegaron hasta la muerte de Franco.
Como los partidos políticos estaban prohibidos y perseguidos y te la jugabas si pertenecías a uno en la clandestinidad, a Rojas Marcos se le ocurrió una fórmula ciertamente novedosa para su campaña de la concejalía de Sevilla que obtuvo y, con ella, el altavoz del pleno para decir cuanto entonces era políticamente incorrectísimo, cual la libertad y la democracia. La fórmula fue disfrazar al que luego fue partido andalucista como sociedad anónima y a sus militantes, como accionistas. La entidad que constituyó se llamó Compromiso Político Sociedad Anónima: Cepé en sus abreviadas siglas. Y desde Cepé y desde la concejalía inconformista del Ayuntamiento se le ocurrió lo que nadie había pensado: utilizar la Feria como ámbito para hacer política. Había que buscar una caseta urgentemente. Cosa que entonces no era difícil lograr, si se tenía buena relación con José Jesús García Díaz, el bueno e inolvidable Pepito Caramelos, delegado de Fiestas Mayores. Las cosas de las dualidades de Sevilla: el más triste del mundo, de delegado de Fiestas y autor, además, con el alcalde Juan Fernández, del traslado de la Feria desde El Prado a Los Remedios.
La protoformación andalucista de Rojas Marcos encontró caseta. Servidor, como accionista-militante de Compromiso Político S.A., fue el encargado de pedirla a su nombre. Y me la concedieron. Pero yo no sé lo que pasó, que cuando llegó la hora de la verdad no se puso la caseta y me quedé con ella colgada y a mi nombre. La cedí durante un par de años a unos amigos y luego renuncié definitivamente a ella. No soy hombre de caseta propia, pero sí lo era el ilusionado y valiosísimo grupo de demócratas que Rojas Marcos había reunido. Lo que pasó luego, ya en democracia, es fácil de imaginar. Con Uruñuela de alcalde, supongo que le darían su caseta al que entonces era PSA y luego fue PA. Como al Partido Comunista le dieron la famosa "Pecera". Todo esto es pequeña historia de Sevilla y de su Feria. No pintado por Cabral Bejarano, sino por Valdés Leal, al no quedar del PA ni la caseta: "Sic transit gloria mundi". Así mueren los partidos que tanto fueron y tantas ilusiones de tantos, entre ellas las mías, se llevaron por delante.
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