ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 23 de mrrzo  de 2021
                               
 

Concha Yoldi no es marca blanca

Alguien que conoce el mercado de nuestra débil industria, hablando de las posibilidades que Sevilla no aborda, me dijo:

-- Cuando vayas a Mercadona y veas los productos de su marca blanca de Bosque Verde, fíjate dónde están fabricados, sobre todo los detergentes y los productos de lavado.

Lo hice. Y comprobé que casi todos estos productos de marca blanca, por no decir todos, estaban fabricados en Sevilla por Persán. Por la fábrica de Pepe Moya. Pero no sabíamos que Persán había logrado, con Pepe, que Sevilla tuviera la fábrica de detergentes mayor de España y la segunda del mundo. Lo traduzco: 800 trabajadores fijos en Sevilla, la capital del paro. Y otras fábricas que han abierto en Polonia, y ahora en la de Unilever en Francia que han comprado. Algo que levantó Pepe Moya, al tomar en 1994 la dirección de una compañía familiar fundada den 1940 y que estaba al borde de la quiebra, y de la que evoqué a su muerte: "Yo ahora recuerdo una Sevilla de estufas catalíticas, televisores Askar y amas de casa recién liberadas del refregador por las primeras lavadoras automáticas Edesa para evocar su Persán de su alma como una pequeña empresa familiar que se hizo famosa con el Jabón Espuma Saquito, con las pastillas de Flota, con el Punto Matic". Moya consiguió, aparte de mantener todo el capital de la empresa en manos familiares, que el 70 por ciento de sus ventas estuviera en mercados internacionales en 40 países. Tenía la ilusión de expandir aún más la compañía y su campo de negocio, cuando le vino el mal que se lo llevó junto a su Cristo de la Buena Muerte y con la ilusión de su ganado bravo de El Parralejo.

En toda esa trayectoria hacia la exitosa conversión en una gran multinacional de una pequeña compañía familiar, Moya siempre tuvo a su lado, en un matrimonio ejemplar, a Concha Yoldi, que aparte de su querida consultora fue en la empresa que su abuelo con otro dos socios había fundado en 1940 jefa de Compras, directora de Compras y Aprovisionamiento, miembro del Comité de Dirección y vicepresidenta del Consejo de Administración. Aparte de otras muchas actividades civiles fuera de la empresa, de la que destacaría la presidencia del Consejo Social de la Universidad de Sevilla, tareas por las que ha recibido, entre otros premios, la Medalla de Andalucía o la Medalla de la Ciudad de Sevilla. Pero sobre todo recibió Concha Yoldi el premio de formar un equipo matrimonial ejemplar con su marido. Por lo cual ahora, a los dos meses de que nos falte Pepe Moya, ha asumido la presidencia de la expansiva Persán. ¿Usted no ve? Estas son las mujeres de las que no hablan las feministas profesionales y a las que admiramos. Concha Yoldi no es una marca blanca, sino oro de primera ley de trabajo y prosperidad; una señora de enorme valía a la que da, como ahora siento, una cierta tristeza felicitar por su nombramiento en la presidencia de Persán, porque ya no está a su lado su querido, animoso, inseparable y emprendedor Pepe Moya.

 

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