ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  30 de enero  de 2022
                               
 

El covid, excusa perfecta

La cosa sigue más seria cada día y no sólo no se ve la luz al final del túnel, sino que yo creo que no hay ni túnel. Pero parece como si el Ministerio de Sanidad y las cogobernanzas de Salud de las autonomías estuvieran por restarle importancia a la que todavía es pandemia con muertos, aunque quieran elevar la moral de la tropa diciendo que esto va camino de endemia, que dentro de nada será como una simple gripe, o como un resfriado. Pero como al mal tiempo hay que ponerle buena cara, hablando de cara, hay que ver el partido que muchos caraduras le están sacando al covid como excusa perfecta para hacer lo que quieren. En un mundo cada vez más descreído, todo nos lo tragamos en cambio acerca del virus y sus consecuencias. El covid se ha convertido en excusa perfecta para no ir a trabajar o para evitar compromisos molestos. Y más desde que dijeron que iban a dar las bajas laborales por teléfono para no sobrecargar la asistencia primaria. Nadie te pide ningún papel, a diferencia del pasaporte de vacunación para comer en un restaurante. Por cierto, en esto del pasaporte he observado que lo piden en los restaurantes de cierto pelo, donde el camarero, muy educadamente, te ruega que se lo enseñes. En cambio en los restaurantes chungos, nadie te pide pasaporte alguno. He hecho mi clasificación personal y he llegado a la conclusión de que en los restaurantes de servilletas de tela planchadísimas te piden el pasaporte de vacunación, mientras puedes entrar al rebujón con menos papeles que una liebre en los de servilletas de papel.

El covid es la excusa perfecta para quitarse compromisos de encima. ¡La de reuniones aburridísimas con tíos pesados y plastas que se ha evitado la gente con la excusa del covid! Nadie comprueba si es verdad cuando dices como excusa:

-- Bien que me gustaría ir, pero no puedo, porque estuve el otro día con un amigo que ha dado positivo y me han dicho que debo permanecer recluido en cuarentena por lo menos hasta el jueves.

Qué juego han dado los autodiagnósticos de los test de antígenos:

-- Perdona que no vaya con vosotros a esa cena de cumpleaños que le habéis organizado a José Manuel, pero me hice el test de antígenos y me dio positivo.

-- ¿Y tienes muchos síntomas?

-- No, dolor de cabeza y mucha tos, pero debo guardar la cuarentena hasta que me dé negativo.

Nadie comprueba si te hiciste el test, si es verdad el positivo, nada. ¿Y la cantidad de posibilidades que hay para escaquearse con la excusa del covid? Que has estado con uno que dio positivo; que tu hija está confinada en casa y le dejáis la comida en la puerta; que si eres población de riesgo y el médico te ha aconsejado que salgas lo menos posible... Hay excusas para todo. Y como le tenemos este miedo reverencial al covid, puedes echarle cara a quitarte de enmedio con la excusa del virus, que nadie comprobará si es verdad o mentira.

 

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