ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 19 de febrero  de 2022
                               
 

De Olavide a San Fernando

Es Sevilla caprichosa y tornadiza para dar nombre a las cosas. Estamos a vueltas con los que han propuesto para el antiguo y desvalijado Hospital Militar "Vigil de Quiñones", felizmente rescatado y reutilizado por la Junta, que lo ha dejado flamante, tal como estaba, y no caemos en la cuenta que anterior a ese modelo de centro sanitario que crearon las FF.AA. y que el PSOE, al cerrarlo, permitió que desvalijaran y saquearan, es la Universidad Pablo de Olavide, creada por la Junta en 1997 y dicen que modelo de referencia de la enseñanza universitaria en los años en que la autonomía estuvo en manos del PSOE.

La Olavide no es otra cosa que el ambicioso edificio de la antigua Universidad Laboral de la dictadura, modelo de enseñanza mimado por el franquismo, pensado muy clasistamente por cierto para que los hijos de los obreros fueran a la Universidad, pero a estudiar carreras de las que llamaríamos "formación profesional". La Universidad Laboral siempre fue algo extraño a Saetilla, con alumnado becado interno, venido de toda España. El más famoso alumno de la Universidad Laboral fue José Luis Perales, que nos dejó el recuerdo de las tardes de vacación de los alumnos de aquel centro como "remero de la plaza de España", en una deliciosa canción nostálgica de su adolescencia.

Pero el nombre de "la Laboral" (que tuvo por cierto muy buen profesorado), se perdió inmediatamente en cuanto fue transferida la Junta y transformada en "la Olavide". Seguimos diciendo "el Militar" al hospital que ya no lo es, pero nunca se le llamó "la Universidad Laboral" a la Pablo de Olavide. Siempre se le dijo con el nombre del asistente de origen indiano que representó la Sevilla de la Ilustración y alentó un modelo moderno de ciudad. ¿Razones ideológicas? Evidentemente. Lo he pensado cuando he visto que Sevilla va a tener cuatro Universidades, y que la última, privada, promovida por la Fundación San Pablo CEU se va a llamar "Fernando III". Óle. Así tenía, por lo menos, que haberse llamado la Olavide. O incluso mejor todavía "Universidad Alfonso El Sabio", Rey más decisivo para la cultura y la civilización de Sevilla y de Andalucía que Pablo de Olavide. (A quien, por cierto, al pobre, antes de la Universidad, Sevilla dedicó solamente, entre O´Donnell y San Eloy, un callejoncito donde abundaban las casas de citas, y no precisamente citas bíblicas o literarias...)

Hace 25 años nadie podía pensar que Sevilla iba a tener cuatro universidades: dos públicas y dos privadas. Las dos públicas de la histórica Hispalense de Maese Rodrigo, y la Olavide; y la privada de Loyola, creada por la Compañía de Jesús en 2013 y muy consolidada ya en el panorama docente internacional. Más, ahora, la Universidad Fernando III. La promueve, como hemos dicho, la Fundación Universitaria CEU Fernando III El Santo, cuyo espíritu es «el humanismo cristiano, como obra de la Asociación Católica de Propagandistas». Pretende empezar en Sevilla, en el campus de Bormujos, el curso 2023-24. Bienvenida, pues, la Universidad fernandina a la ciudad del Santo Rey.

 

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