ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 9 de abril  de 2022
                               
 

Un Sábado que se asolera

Empezamos sin echarles cuenta. Todos. Y me apunto el primero. Me refiero a las llamadas Cofradías de Vísperas. Y casi sin darnos cuenta, han cogido solera en pocos años, de modo que podemos incorporarlas ya a la nómina de las de siempre, de las que hacen estación de penitencia a la Catedral (y de lucimiento a La Campana). Las cofradías de vísperas nos parecieron al principio como impacientes amagos de ampliar una Semana Santa en la que era muy difícil que tanto Palacio como el Consejo autorizaran que una cofradía de nueva planta se sumara a la nómina clásica de las que hacen estación de penitencia pasando por la Carrera Oficial. Las cofradías de vísperas rebosaban ilusión y devoción, y protagonismo de un barrio que también quería tener su modo de entender la Pasión según Sevilla. Ya quisieran muchas de toda la vida tener la dedicación y el apasionamiento por su corporación que estas nuevas de las vísperas. Al fin y al cabo, lo que hemos elogiado tanto de la imagen del Gran Poder visitando los barrios empobrecidos es lo que hace muchos años, alguna desde 1979, vienen haciendo las cofradías de vísperas: llevar la fe en Cristo y en su bendita Madre a los más alejados lugares de la ciudad, muy lejos de las rondas, del centro, de las bullas, de la masificación.

Yo pienso ahora en la cofradía de Torreblanca, Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilatos y María Santísima de los Dolores. Cuánto lucharon Santizo el viejo y toda su familia, de tan honda y larga tradición cofradiera, por la cofradía del barrio, que a la fuerza tiene que ser la que lleve la candelería mejor encendida de toda Sevilla. ¿Y Alcosa, cómo está unido el barrio a la cofradía del Divino Perdón? Sí, ya sé que son nombres de cofradìas que a los sevillanos clásicos tela marinera (o sea, sarga de túnica blanca y antigua) no acaban de sonarles. Pero basta ver cómo estos barrios se ponen hoy de fiesta como puedan Triana o la Macarena hacerlo en sus días grandes.

Así que yo, desde aquí, felicito a las ya asoleradas cofradías de vísperas del Sábado de Pasión. A las mentadas y a la de Padre Pío, La Milagrosa, San José Obrero. Para los sevillanos ansiosos de ver nazarenos y pasos después de tres años de ausencia y tristeza, estas cofradías de las vísperas son la gran oportunidad de sacarse la espina de la malajá de las últimas Semanas Santas del confinamiento o de la pandemia. Y la maravilla de que no están masificadas ni saturen a sus barrios. Según ha publicado ABC, Padre Pío lleva 150 nazarenos; Torreblanca, 750; el Divino Perdón, 200; La Milagrosa, 350 y San José Obrero, 300. Una maravilla. Cuerpos de nazarenos como los de hace cincuenta o más años, aquellos ahora impensables tramos de sólo cinco parejas de cirios, que para mí que hacen que se luzca más lo principal, como son las imágenes de los pasos. Aunque todavía no esté la primera en La Campana, sí están ya las hermandades de vísperas en lo más hondo del corazón de sus barrios.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio