De milagro no han dejado cercado el antiguo hospital de las Cinco Llagas durante el debate de investidura de Moreno Bonilla como presidente de Andalucía. Porque lo que se estila ahora en Sevilla es que de la noche a la mañana, con muy pocas explicaciones previas, o ninguna, vas por una calle por la que pasas siempre y te la encuentras cortada y vallada, con unos carteles amarillos que te desvían a los Chirlos Mirlos para llegar donde querías. ¿Por qué? Porque dicen que van a poner un colector nuevo. ¿Cuántos colectores nuevos se están colocando en Sevilla? ¿Y por qué todas sus obras de abrir la calle y dejarla de imposible circulación se hacen al mismo tiempo?
Esto es como otro debate de investidura, pero con fastidio para los sevillanos. Me refiero a esto de que media Sevilla esté levantada y en obras, con el tráfico desviado. Es la adelantada investidura de Antonio Muñoz como alcalde, para que cuando lleguen las elecciones la gente vea la cantidad de obras nuevas que se han hecho, y lo que se han movido, y lo moderna que han puesto esa invisible ciudad subterránea de las tuberías de desagües y de conexiones de abastecimientos.
¿Piensan en los perjuicios que originan cuando deciden hacer estas obras que tienen a toda Sevilla levantada? ¿Quién no se ha encontrado un buen día que no puede entrar al garaje de su coche, al aparcamiento subterráneo de su bloque, porque la calle está cortada y no hay forma de llegar? La lista de calles de esta Sevilla levantada sería interminable, pero me quedo con la última que se ha anunciado, menos mal que esta se ha avisado: la avenida de La Raza, que ahora llaman "de las Razas", en plural, sin saber si nos referimos a la porcina o a la vacuna. Porque si se refiere a las razas humanas, no me negarán que es un nombre completamente racista. Si todas las razas son iguales, que lo son, y no debe importarnos el color de la piel de los hombres, ¿a qué viene este añadido del plural al nombre de esa avenida que se llama así desde la Exposición Iberoamericana de 1929, y que hace referencia a la raza española, el coraje y esfuerzo que tuvo nuestra nación para el descubrimiento, conquista y colonización de América, que es a lo que hacía referencia el primitivo nombre de la vía, ahora inservible durante un año al menos? ¿Y el lucro cesante de la utilísima estación de servicio de esa avenida, con su máquina de lavado, o de los negocios que están en las antiguas naves industriales, como el de reparación rápida de neumáticos de los coches, quién lo compensa? Cuando levantaron la calle Virgen de Luján se cargaron la mitad de los negocios que había en ella. Ahora estará ocurriendo lo mismo en muchísimas otras calles de esta Sevilla eternamente levantada para lucimiento del Ayuntamiento en las próximas elecciones municipales.
Menos mal que han tenido un poco de vista y no han levantado la calle Betis en plena Velada de Santa Ana, que capaces hubieran sido. Menos mal que en cuanto a Triana, todo se ha quedado en la Ronda de los Tejares y podemos celebrar la Velá sin valles y sin el Altozano cortado.
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