ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  9 de noviembre  de 2022
                               
 

Me pido apagón

No me refiero al de la luz, que al paso que vamos de precios y abastecimientos lo tendremos el día menos pensado y sin pedirlo. Me refiero a algún apagón informativo que convendría imponer. Ponerse de acuerdo los medios para, si no silenciar, sí al menos poner sordina a los hechos violentos absolutamente insólitos que estamos presenciando. Hay una inquietante ola de violencia en España y en Sevilla en la que a veces parece que estamos en el Salvaje Oeste, de los tiroteos que se organizan. Y, además, como ahora cada cual con la cámara del teléfono móvil lleva como una agencia de noticias en el bolsillo, al instante dan la vuelta al mundo estos reprobables hechos "virales". La gente es tan cruel que incluso comete delitos exclusivamente para grabar la imagen, difundirla por las redes y darse importancia. Sin caer en la cuenta los muy imbéciles de que en la Policía y en la Guardia Civil hay unidades para la vigilancia y persecución de delitos informáticos que acaban siempre identificando a los que quieren pasar por "héroes" de las redes sociales.

El ser humano es dado a la imitación. Y con las nuevas tecnologías a su alcance, más todavía. Era vieja costumbre de la Prensa sevillana, al menos de esta Casa de ABC, no dar información de los suicidas que se tiraban de la Giralda. Por cierto, en una de las últimas restauraciones de la Gigante, se pusieron rejas en el cuerpo de campanas, me imagino que también para el mismo fin de aquel silencio sobre los que se quitaban la vida. Digo que no se publicaban los suicidios desde la Giralda porque se había demostrado que tenían un "efecto llamada", que se dice ahora, y que producían más desagradables hechos de la misma naturaleza.

Hay pandillas de menores partidarios de clubes de fútbol rivales que se citan antes de los partidos para pelearse a primera sangre (o a última) y subir a las redes sociales los vídeos que graban. No sé si se han fijado, pero en el contenido de los servicios informativos de las televisiones cada vez es mayor el porcentaje de vídeos tomados de la red. Lo que se distingue claramente por unas como franjas blancas que quedan a ambos lados de la imagen central. Y como, además, no tienen que pagar derechos por difundir estas barbaridades, pues ancha es Castilla a la hora de repetir violencias que a su vez imitarán algunos locos, como eso de espolvorear con líquidos a las obras de arte en los museos o fijarse a ellas con pegamento. Por no hablar de los vídeos caseros con asuntos de asesinatos de género, que tienen siempre un efecto multiplicador. O como lo de la "caza al pijo" de pandillas de menores en Los Remedios. No es nada nuevo, pero ahora estos lamentables hechos tienen el altavoz de los vídeos que graban los violentos agresores, para glorificarse en su "hazaña". Por no hablar de los que cogen un coche, se suben por las aceras y atropellan sin saber por qué a peatones o personas sentadas en las terrazas.

¿Diminuirían los delitos violentos que tenemos que ver cada día en la TV si les aplicáramos un poco de sordina informativa? Y pido perdón, porque ahora caigo en la cuenta de que no le ha puesto sordina ni he hecho apagón informativo alguno sobre los hechos de esta sociedad cada vez más violenta y agresiva. Aunque, total, si el juez los va a poner en libertad sin fianza inmediatamente...

 

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